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viernes, 15 de noviembre de 2024 12:37h.

"Hay más miedo a criticar a Méndez Pozo que al rey de España"

Partidos políticos, sindicatos y vecinos denuncian el poder del 'Jefe de Burgos', dueño de gran parte de los medios de comunicación de Castilla y León y condenado a siete años de cárcel por falsificación en los 90, aunque sólo pasó nueve meses en prisión

Antonio Miguel Méndez Pozo, conocido como 'el Jefe de Burgos'
Antonio Miguel Méndez Pozo, conocido como 'el Jefe de Burgos'

"Nadie quiere meterse con Méndez Pozo, hay más miedo a criticarle a él que al propio rey de España", asegura a Público Juan -nombre ficticio-. Junto a Juan, varios vecinos del barrio burgalés de Gamonal critican el trato de favor del Ayuntamiento en manos del Partido Popular al poderoso empresario de la construcción y magnate de los medios de comunicación regionales. "Es unsheriff, tiene el control de todos los medios", asegura Pedro -tampoco es su nombre real-.

Durante los 10 días de reivindicaciones en el barrio burgalés, que el viernes obligaron al alcaldeJavier Lacalle a tirar la toalla y renunciar a la polémica obra, han sido decenas los vecinos, trabajadores y, posteriormente, responsables de sindicatos y partidos políticos los que han denunciado a este diario el poder del Jefe de Burgos.

Aparejador de profesión, amigo del poder político sin importar su signo -aunque con cierta simpatía por el PP-, Antonio Miguel Méndez Pozo (septiembre de 1944, Huesca) es una figura clave para entender el panorama económico y político de Burgos.

Un hábil empresario, armado con varias constructoras, inmobiliarias y el potente grupo mediático Promecal, que ha sabido perpetuarse en el poder desde la década de los 80, y al que ni siquiera pudo tumbar una condena por falsificación de documentos públicos y privados, en el marco del llamado caso de la corrupción. De hecho, El Jefe debería haber pasado siete años y tres meses en la cárcel, pero apenas estuvo nueve meses encerrado, y logró reducir su condena de inhabilitación por inducción a prevaricar de doce a cuatro años. Hoy, 19 años después de su paso por la cárcel, Méndez Pozo no sólo se ha mantenido en el poder, sino que ha prosperado.

19 años después de su paso por la cárcel, Méndez Pozo ha seguido prosperando"Es una figura que se prodiga mucho en este país. Este constructor con unas empresas desarrolladas al calor de la burbuja inmobiliaria, con medios de comunicación con los que va ganando poder. Esto tiene su origen en la época de Aznar, en el inicio de la carrera política que le llevó a la presidencia", afirma Luis Tudanca, secretario provincial del PSOE en Castilla y León.

"La cuestión de Méndez Pozo la analizamos desde un modelo de Gobierno que se ha asentado en España sosteniéndose sobre tres patas: el poder de bancos,  la élites políticas y las constructoras. Hay un señor así en cada municipio", asegura Pedro de Palacio, coordinador regional de IU. "Es el clásico ejemplo de empresario al que no le importa el color de los partidos. En Castilla y León tiene vinculación con el PP, pero en La Mancha tenía implicación con Bono y Barrena en casos como el del aeropuerto de Ciudad Real", denuncia.

En la misma línea que las dos formaciones en la oposición dentro del Consistorio, UGT no ha dejado pasar la ocasión de conversar sobre El Jefe: "Méndez pozo es el burgalés más conocido por parte de todo el mundo, es el dueño de la ciudad. Siempre que un político de la derecha viene a la ciudad, se pasa por el Diario de Burgos para hacer una entrevista a cuatro páginas para el domingo. Hay mucho miedo a Méndez Pozo, tiene mucho poder", asegura el  secretario provincial del sindicato, Roberto Gómez.

"No diría que es intocable, pero en España hay una clara protección a este tipo de gente"Para seguir con la línea habitual, el Ayuntamiento del Partido Popular ha rechazado las reiteradas peticiones de contacto de este diario, que no ocultó su interés por conversar sobre el empresario. Por su parte, UPyD ha evitado realizar declaraciones sobre Méndez Pozo, ya que su portavoz en el Consistorio, Roberto Alonso, ha sido presidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE), por lo que asegura "se ha visto obligado" a colaborar con Méndez Pozo. Y además de empresario y magnate de la comunicación, El Jefe es el presidente de la Cámara de Comercio burgalesa.

"Puedo decir que ha sido compañero mío y es presidente de la Cámara de Comercio,  pero yo no voy a opinar. Me remito a su historial, que ustedes conocen perfectamente", respondía Alonso.  Los tentáculos de Méndez Pozo son largos, muy largos. "Tiene una clara influencia en cuanto a poder político y en la información que le llega a la ciudadanía. Si la justicia en este país no fuese como la serpiente, que muerde al que está descalzo, las cosas serían de otra manera. No diría que es intocable, pero sí que en España hay una clara protección a señores de este tipo", asegura de Palacio.

Los intereses de ‘El Jefe' en el bulevard

Las empresas adjudicatarias de la obra, COPSA y Arranz Acinas -sobre cuyas irregularidades ya ha dado cuenta este diario-, han colaborado con Méndez Pozo en otras ocasiones, pero en la edificación del bulevar no debía participar directamente la constructora de Méndez Pozo. Sí está probado que el proyecto fue adjudicado al estudio de arquitectura MBG, propiedad de los hijos del empresario, y los vecinos han denunciado que él estaría encargado de suministrar material a las constructoras a través de su empresa Hormigones Burgaleses SA. Teniendo en cuenta su participación en las obras del nuevo hospital, o en el Bulevar del Ferrocarril, el interés del empresario por hacerse con obras públicas es evidente, y a juzgar por los resultados, no parece que le hayan puesto demasiadas trabas.

Corrupción en Gamonal

"Lo que pasa en Gamonal es que ha prendido la mecha, estamos cansados de la corrupción política, de los sobrecostes y del trato de favor a un empresario que ha estado en prisión, pero sigue actuando impunemente, y el Ayuntamiento lo permite", denuncia otro de los vecinos concentrados el enésimo día de protestas.

El Ayuntamiento, que no ha dejado de contradecirse con la paralización de las polémicas obras, es el mismo en el que hace apenas un año se vio obligado a dimitir el concejal del PP Eduardo Villanueva por emitir una factura telefónica de 207.000 euros. El del alcalde del PP, José María Peña, que dejó su puesto en 1992, condenado a doce años de inhabilitación y siete de suspensión de cargo público por prevaricación y otros delitos. En 1997 la inhabilitación fue rebajada a 10 años para después ser reducida a una tercera parte en el 2000, durante la etapa de José María Aznar.

El Ayuntamiento de Burgos es el mismo que aseguraba contar con el apoyo del 80% de la ciudadanía para acometer las obras del bulevar, por el mero hecho de que éste fue el porcentaje de votos cosechado por PP y PSOE en los últimos comicios, y de que ambos llevaban esta actuación en su programa electoral, entre otras tantas.

Es la administración que quería pasar de dos carriles a uno por sentido en una de las calles más concurridas de Burgos -ralentizando el tráfico-, o crear un aparcamiento subterráneo con 246 plazas que pretendía poner en el mercado por 19.800 euros en un barrio eminentemente obrero.

El Consistorio del PP que mantiene apagado parte del alumbrado público para ahorrar, pero que en remodelar 800 metros de calle quería gastar ocho millones de euros. El que cerró una guardería por no pagar 187.000 euros para su rehabilitación. Por estos y por otros motivos, los vecinos de Gamonal siguen protestando contra Antonio Miguel Méndez Pozo, Javier Lacalle y el resto de individuos a los que responsabilizan de la difícil situación que están viviendo.