Rita García-Valdés.-Circula por la red esta foto, falsa o auténtica –parece auténtica– de una veinteañera Angela Merkel paseando por una playa, en los años sesenta, a pelo descubierto.

Cuenta el dicho que donde hay pelo hay alegría. Y tiene razón. Merkel, que andando los tiempos iba a afeitar a todos los europeos, se presenta aquí en blanco y negro, con su moño al aire, tupido y sensual. No sabemos quiénes son sus amigas pero parecen igual de saludables. Merkel es la de la izquierda, claro. Para saber si la foto es o no auténtica nos fijaremos en la sombra que produce la cabeza en el hombro, que parece coincidir con el tamaño de sus testas.

En fin, que anda la foto por la Red y no hemos resistido la tentación de publicarla aquí, como corresponde. De todas formas, sabida es la afición de la Merkel a enseñar el culo por las playas, porque ha sido cazada más de una vez. Con gran deleite de nuestros lectores, supongo.

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