El Día Mundial de la Salud Mental de este año (10 de octubre) se celebra en un momento en que nuestras vidas cotidianas se han visto considerablemente alteradas como consecuencia de la pandemia de COVID-19. Los últimos meses han traído muchos retos: para el personal de salud, que presta sus servicios en circunstancias difíciles, y acude al trabajo con el temor de llevarse la COVID-19 a casa; para los estudiantes, que han tenido que adaptarse a las clases a distancia, con escaso contacto con profesores y compañeros, y llenos de ansiedad sobre su futuro; para los trabajadores, cuyos medios de vida se ven amenazados; para el ingente número de personas atrapadas en la pobreza o en entornos humanitarios frágiles con muy poca protección contra la COVID-19; y para las personas con afecciones de salud mental, muchas de las cuales están todavía más aisladas socialmente que antes. Por no hablar de la gestión del dolor de perder a un ser querido, a veces sin haber podido despedirse.

Para hablar con mayor profundidad de este tema hemos realizado una Entrevista a Isabel Aguilar, Presidenta en La Fundación Juana Reyes y que trabajan para conseguir concienciar, sensibilizar en lo que es la Salud Mental y su cuidado y en servir de puente como Fundación entre la sociedad y los poderes públicos

¿Crees qué es necesario dedicar un día especial a la Salud Mental? ¿Consideras que es necesario explicarle aún a la sociedad las carencias que sufre y que “sigue siendo el hermano pobre en la sanidad”?

Aún queda mucho por hacer, en la actualidad las personas que padecen un trastorno no sólo tienen que luchar para superar su enfermedad o buscar la mejor manera de convivir con la misma. A esto hay que unir el estigma, esa etiqueta dañina que azota todo lo que tiene que ver con salud mental y la falta de recursos, que va en detrimento de la calidad asistencial. Todo esto lleva a pensar que muchos viven un verdadero drama y, que es necesario que los medios y distintas plataformas puedan dedicar un día y/o todo el tiempo que puedan para hacer el intento de que se tome conciencia de esta situación.

Y las Instituciones ¿Crees que realmente le dan importancia? ¿Piensas por el contrario que es una cuestión para “la galería”?

Tal vez el poder y otros intereses que poco tienen que ver con el interés general hacen que miembros de la clase política adopten actitudes “para la galería” o promesas que son “brindis al sol”. Pese a que siempre hay excepciones, decir que te reúnes con grupos vulnerables de la sociedad y que los has escuchado sin más, se queda en una postura elegante. En sede política, tal vez se piense que no adoptar este tipo de actitudes podría traer un coste político. Así, esto sólo viene a decepcionar a la ciudadanía. El ciudadano busca soluciones en un contexto realista. 

En mi opinión, es importante aceptar esta realidad, la aceptación, como decimos en salud mental, es esencial. Aceptas y te centras en lo que puedes controlar. Nuestra lucha en Salud Mental está en concienciar y crear un estado de opinión. Si te centras en eso y lo logras ganas y cuando más plataformas demandan de tu mensaje es que vale la pena. Ese será nuestro éxito, tener voz, convencimiento y capacidad de influir para que las cosas mejoren. 

Hablemos ahora de La Fundación ¿Qué te impulsó a su creación? 

Siempre pienso que la formación implica un compromiso, sobre todo con los que menos recursos tienen. Tras haber tenido la experiencia de pasar por otras plataformas de afectados y una sociedad científica, quise un día reunir toda esta experiencia y trasladarla a la sociedad. Eso unido a las personas que me podrían acompañar en la Fundación, hizo que creyera que este proyecto valdría la pena. 

¿Qué lleva a alguien tan joven a tener esta iniciativa?

Creí desde un primer momento firmemente que también era conveniente que la sociedad observara que los jóvenes podrían tener este tipo de iniciativas, también que observaran a alguien joven compartir una serie de vivencias, situaciones límites, hablar de vacíos personales, saber transmitir que podemos superarlos y adentrarnos con profundidad en su estudio.

En mi caso, no he querido que fuera un testimonio y luego delegar en otras personas. La formación que ostento, haber profundizado en el derecho sanitario, planificación y gestión sanitaria y otros estudios vinculados a la psicología, hacen que traiga, unido a la experiencia que antes comentaba, realizar con placer que sea un desempeño profesional.

Habéis querido llamar la atención en La Fundación Juana Reyes con artículos de bastante interés ¿Qué temas estás trabajando ahora para su publicación? 

He de agradecer a nuestros colaboradores la labor que hacen en la Fundación al objeto de seguir concienciando y de ofrecer información. He de reconocer como presidenta el trabajo de Ángel Lobo, Juan Siso y Javier Castro-Molina. Con ellos hemos podido hacer un repaso de la incidencia del planeamiento urbanístico en la salud, la percepción que tiene la sociedad de los enfermos mentales y el duro aislamiento de quienes sufren un trastorno, respectivamente. 

En esta última etapa, de manera personal, me he implicado y he coparticipado en un trabajo junto a Rafael Bengoa. En este trabajo realizamos un llamado de cómo el estigma puede ser un factor en la falta de adherencia en el tratamiento para quienes padecen una situación de Salud Mental. Pese a que a Rafael se le conoce tal vez más por otras áreas, ha sido interesante verle en Salud Mental y en el medicamento.
Agradezco muchísimo esta coparticipación y lo fácil que ha sido trabajar conjuntamente.             
Creo es notable que nuestros trabajos tocan diferentes aristas y así hemos intentado dar una visión al ciudadano de lo que es el amplio campo de la Salud Mental.  

En esta etapa de pandemia, habéis hecho visible la importancia del cuidado en La Salud Mental ¿Crees que vuestro mensaje ha llegado a la ciudadanía y a Las Instituciones?

Sí, claramente sí. Las redes sociales bien usadas pueden ser un excelente medidor. Hay comentarios que denotan toma de conciencia, personas que comparten los trabajos de nuestra web y comentan que nuestro es necesario. Esto refuerza la capacidad de nuestra joven Fundación, no llevamos aún dos años. Refuerza uno de nuestros fines que es el intento de toma de conciencia de qué es la Salud Mental y su cuidado. 
Luego, hay personas que les llama tanto la atención nuestro trabajo que personalmente se ponen a nuestra disposición de manera desinteresada. 

En alguna ocasión, nos han dicho, recuerdo bien cómo los trastornos de la conducta de la alimentación, la información que hemos dado, les ha impactado por el sufrimiento del tejido óseo y las consecuencias que puede ocasionar. Algunos aspectos en órganos precisamente por el sufrimiento ocasionado en quienes hayan sufrido esta enfermedad ya no son recuperables, porque el propio sufrimiento les ha dañado. Pensemos en el tejido óseo, la dentadura, pues han visto la carencia de nutrientes. Una fractura en ellos a una mujer joven puede vivirlo como una mujer de una edad muy avanzada. Es sólo un ejemplo de lo serio que es esta enfermedad.

¿Qué diríais en este día como Presidenta de La Fundación Canaria Juana Reyes a los afectados, a sus familias y a la clase política?

A la clase política le diría que es una prioridad global. La clase política no puede olvidar que una sociedad con cotas positivas en salud mental repercute en la productividad de la población convirtiéndola en una sociedad más próspera.
A las familias y a los afectados que no declinen. Vale la pena mirar atrás y observar que importantes luchas sociales han traído grandes cambios. Desde el momento que vamos generando un estado de opinión y vamos fomentando labor de toma de conciencia en la ciudadanía estamos generando cambio, esa será nuestra gran fortaleza.

Comenzábamos hablando de la Pandemia que nos aqueja y para la que parece no hay una solución, al menos inmediata. ¿Supongo que esta nueva situación que vivimos de incertidumbres, está generando que también la salud mental se resienta?

Claramente, así es. Ya hay estudios que manifiestan, tal y como desde la Fundación habíamos comentado hace meses, ha creado impacto en la cotidianidad de la población. Los estudios revelan problemas para conciliar el sueño, problemas de irritabilidad, angustia, tristeza o apatía. Estas manifestaciones si no se saben gestionar a tiempo pueden requerir de una evaluación profesional más profunda para un diagnóstico más elaborado de Salud Mental. 

Por tanto, nuestros dirigentes han de tomar buena nota y observar que en este momento dotar de más recursos Salud Mental es no dificultar los problemas del COVID, ya de por sí dificultosos. No gestionar a tiempo las primeras manifestaciones en Salud Mental podría llevar a situaciones severas y en este contexto de pandemia generar dramas humanos.

¿Cuál es la propuesta de la Campaña para este 2020?

El lema elegido para esta edición, se puede encontrar información detallada en la página de la Confederación de Salud Mental España, se trata de “Salud Mental y bienestar, una prioridad global”. Considero que el mismo lema lo explica todo, así como lo que ya hemos comentado. Saber gestionar el estrés de la vida diaria nos lleva a tener ese estado de bienestar que es la Salud Mental. Nos capacita para contribuir a la sociedad y ser más productivos. Por tanto, como ya hemos mencionado debe ser una prioridad global. Cuanto mejores sean nuestros indicadores en Salud Mental, más productiva será nuestra sociedad, habrá mayor bienestar.

Muchas gracias Isabel por concedernos esta Entrevista, la cual esperamos sirva para hacer más visible aún vuestro trabajo por algo tan fundamental como la Salud Mental que hoy conmemora su Día Mundial...

Muchas gracias a ti y a tus lectores por prestarnos su atención y su apoyo en esta lucha que es de todos.