De vergüenza. Así califica el entrenador del Club Deportivo Sanse, la actitud de la Compañía Naviera Armas con sus jugadoras y un Grupo de la Tercera Edad, en el trayecto Valverde- Cristianos y donde al parecer, fueron invitados a callarse porque viajaban cantando.

Pero quizá, esto sea lo mas "nimio" de la historia si no fuera porque, una de las jugadoras que viajaba con una férula en la pierna por motivos de lesión, se le prohibió descansar la misma en alto (sobre el sofá), indicándole que si quería viajar así debía acostarse en el suelo.

Desde el Club ya han puesto la pertinente reclamación a la Naviera por el trato recibido y la nula consideración hacia la jugadora lesionada.

Cabe señalar que, en cambio, la mencionada Naviera parece ser permisiva con los viajeros de la isla de La Palma, quienes ocupan los sillones a modo de camarote, relegando a otros usuarios a conformarse con las butacas.