A modo de introducción, Timerman señaló que “el embargo de la Fragata no es un tema aislado, sino un importante episodio en la larga serie de conflictos internos y externos generados a partir de la dictadura cívico militar en 1976”. El canciller explicó que la base de esas maniobras se formó en un proceso histórico por el que, en los años que siguieron al golpe de Estado, “se firmaron 58 tratados bilaterales de inversión que obligaban a la Argentina a aceptar los sistemas judiciales extranjeros”.

El listado que leyó sobre los bienes que los fondos buitres intentaron tomar incluye la casa de José de San Martín en Boulogne Sur Mer, “un símbolo de la identidad nacional que estuvo embargada un año hasta su total liberación por parte de la Justicia francesa”. “En todos los casos –aseguró– los abogados del Estado junto al Gobierno trabajaron con verdadera vocación de servicio como ahora lo estamos haciendo.”

Las avanzadas de los fondos buitres tuvieron a NML –el fondo que ahora retiene a la Fragata Libertad– como uno de sus protagonistas más fuertes. En el 2004 la firma fue, por ejemplo, contra doce propiedades argentinas en los Estados Unidos. Estos embargos fueron levantados al año siguiente por la Corte del Distrito de Columbia. El año pasado, NML inició acciones para confiscar el satélite Acquarius, desarrollado por la Argentina para la observación climática y oceanográfica, aunque luego desistió de la medida. El Tango 01 fue embargado en marzo de 2007 y liberado en mayo de ese mismo año por orden de un juzgado de California. El resto de los 28 intentos tuvieron como objetivo cuentas y activos bancarios del Estado en el exterior.

“En Alemania –detalló– se trabó embargo contra la cuenta del Consulado General en Frankfurt, contra la cuenta de la embajada en Berlín”, en tanto que “en Bélgica, contra las cuentas de embajada en Bélgica y también contra las cuentas de la Consejería Agrícola de la Representación Argentina ante la Comunidades Europeas en Bruselas”. Y en Francia “las cuentas argentinas fueron embargadas por el mismo fondo buitre que trabó embargo contra la Fragata Libertad y se levantó el embargo luego de seis meses de una batalla legal con sentencia de la Corte de Casación”.

El ministro hizo hincapié en que “si antes del 2003 no había embargos, era simplemente porque el país se seguía endeudando para pagar en un círculo vicioso que terminó con la crisis del 2001”. Luego recordó que “entre el año 2005 y el 2010 se renegoció el 93 por ciento de la deuda con los acreedores, quedando un 5 por ciento en manos de fondos buitres que se dedican a extorsionar países comprando su deuda por centavos y con métodos usureros exigir pagos fuera de toda lógica”.

Consultado sobre cuál es la situación en este momento de la Fragata, el canciller sostuvo que “se está llevando adelante el proceso legal y se está estudiando la posibilidad de llevarlo a un tribunal internacional”.