El Teniente Alcalde de Hermigua, Nicolás Almenara, le apunta a Curbelo que las obras del cementerio se hacen gracias a los 240.000 euros de las arcas municipales, no a la flexibilidad del Cabildo Insular por informar favorablemente el proyecto, ya que lo hizo cuando no le quedó más remedio en cumplimiento de la legalidad, luego de ponerle todas las piedras en el camino que quiso y pudo.

Esta actitud es "una falta de respeto a la institución municipal y a los vecinos de Hermigua y, lo que aún es peor, a los trabajadores en paro que llevaban meses expectantes, nerviosos y preocupados ante su futuro laboral".

En su opinión, Cubelo está "nervioso” porque tiene numerosos problemas”. Le recomiendo que no se ponga nervioso y atempere los ánimos, porque el gobierno municipal no se va a sentir intimidado por sus bravuconadas y actitudes caciquiles.

Almenara asegura que la ampliación del cementerio será una realidad porque lo quieren y lo necesitan los hermiguenses, y lo será porque el equipo de gobierno del municipio apuesta por el proyecto y que, a pesar de las trabas del Cabildo, dentro de unos años los ciudadanos de Hermigua dispondrán de un campo santo con servicios funerarios acordes a los tiempos que corren.

No es de recibo que el presidente "juegue de forma continua con los intereses del municipio”, sin importarle nada y contando cuentos, que más que cuentos son pesadillas para no dormir. Le recuerda, que promesas, como colocar 3.200 metros de vallas, construcción de nuevas pistas y asfaltado de las existentes, entre otras, se han convertido en cuentos de Curbelo. En este sentido, le reta a afrontar las responsabilidades del cargo y dar la cara ante los hermiguenses para que detalle las “inversiones propias del Cabildo” por municipios durante los últimos cinco años que los nacionalista llevamos gobernando, de no hacerlo es que acepta de facto que ha perdido la legitimidad moral de representar a los ciudadanos del municipio.

Las obras del centro de Terapias no están finalizadas por culpa de Curbelo

Almenara reclama al presidente del Cabildo que "deje de marear la perdiz" y "busque de forma inmediata una solución para que las obras del Centro de Terapias Naturales se reanuden"."No podemos seguir tolerando la incompetencia y malicia de un presidente Insular mientras los ciudadanos esperan impacientes poder disfrutar de las instalaciones.

Cabe recordar que las obras tendrían que haber estado concluidas, a más tardar en marzo de 2011 si Curbelo hubiera hecho bien su trabajo rescindiéndole el contrato a Construcciones y Promociones Ramón Arteaga Álvarez, por reiterados incumplimientos de plazos parciales que así le indicaba la Dirección Facultativa, sin embargo miró para otro lado y no le hizo caso a sus técnicos.

De hecho, se da la circunstancia de que el administrador de la contrata del Centro de Terapias de Hermigua constituyó en diciembre de 2004 la empresa Chewy West SL, con un capital desembolsado de 889.000 euros y apenas dos meses después, el 18 de enero de 2005, el presidente del Cabildo es nombrado administrador único de la citada empresa. Asimismo, según escrito de la Fiscalía, la cesión de la empresa Chewy West SL será por las innumerables obras de dudosa adjudicación a la empresa adjudicataria, que entre otros proyectos, resultó elegida para ejecutar las obras del futuro Centro de Terapias Naturales.

Destaca que el próximo mes se cumple un año desde que se paralizaron las obras y que el Pleno del Cabildo celebrado, en diciembre de 2011, aprobó, reprogramar las obras de modo que, a finales de 2013, las mismas concluyeran y, enviar, al Consejo Consultivo de Canarias el expediente para la rescisión del contrato de ejecución de las obra.

La estrategia para perjudicar a Hermigua estaba definida. Primero, el presidente del Cabildo amenazó, allá por el 2008 que si no llegaba a tiempo el permiso para ejecutar el proyecto desviaba los recursos a otro municipio, pero nada hacía para obtenerlo. El equipo de gobierno viendo ya las intenciones de Curbelo trabajó duro y puso los permisos sobre la mesa. Segundo, paso por alto el informe de sus técnicos que le indicaban que los trabajos iban muy lentos. Tercero, achaca a un “despiste” de Gregorio Medina, quien tardó cuatro meses y seis días en enviar el expediente al consultivo, cuando el articulo 42.3 LRJAP-PAC determina que, debe de notificarse en el plazo de tres meses. Lo último que conocemos, por ahora, guardar en el “cajón del olvido” el dictamen emitido por el Consultivo de Canarias el 13 de septiembre que da vía libre a la reanudación de las obras.

Finalmente, Almenara le exige al presidente del Cabildo que deje de una vez por todas de jugar con la economía, el desarrollo y el bienestar de Hermigua y que "se ponga manos a la obra a trabajar para sacar adelante este proyecto. Los ciudadanos están cansados de tantas falsas promesas y de obras que nunca llegan a su fin. Los hermiguenses no vamos a permitir que el Centro de Terapias de Santa Catalina se convierta en otra mentira más que vaya a parar al “cajón de los incumplimientos” de Curbelo.