La administración pública municipal al que pertenece ese bien está obligada a establecer una estrategia de protección para su conservación
El Ayuntamiento de Hermigua solicitará que El Pescante sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC)
El alcalde del Ayuntamiento de Hermigua, Yordán Piñero, ha informado hoy sobre el inicio de los trámites para solicitar que el Pescante de Hermigua sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por el Gobierno de Canarias.
“Se trata de una iniciativa en la que ya trabajamos y que pondremos en marcha desde el Ayuntamiento, con la que pretendemos que sea reconocida su relevancia como símbolo del Patrimonio Industrial y de la comunicación entre los municipios de la isla y su conectividad con el exterior”, explica el alcalde, añadiendo que “El Pescante no solo supuso un antes y un después en la historia de nuestro municipio, sino que además se ha convertido en seña de identidad de Hermigua y también de la isla de La Gomera”.
Asimismo, Yordán Piñero recuerda que la zona de El Peñón en el litoral de Hermigua, lugar en el que se encuentra ubicada esta edificación, ha sido parte indispensable en el desarrollo económico, agrícola, demográfico e industrial del municipio.
El Pescante de Hermigua, fue construido en 1907 a base de mortero y piedra y en su forma inicial, contaba con una estructura de hierro que, apoyada en los prismas, servía de grúa para transportar mercancías y personas hacía las embarcaciones.
Hoy en día, los prismas siguen imponentes ante el paso del tiempo y la tempestad del mar, recordando lo que un día no muy lejano fueron y lo que supuso para el desarrollo industrial del municipio.
Así, el alcalde adelanta que ya se trabaja para llevar a los próximos Plenos que se celebren en el Ayuntamiento la moción correspondiente a esta propuesta para que, posteriormente, esta solicitud pueda ser presentada al Cabildo Insular de La Gomera, que serán los encargados de elevarlo al Gobierno de Canarias.
En este sentido, después de que un bien sea declarado BIC por la autoridad competente, éste pasa a tener medidas especiales. La administración pública municipal al que pertenece ese bien está obligada a establecer una estrategia de protección para su conservación, mediante la redacción de un Plan Director y que la propia Administración debe sufragar.
Además y, entre otra serie de cuestiones que son de obligado cumplimiento, toda intervención, obra, o despliegue urbanístico que se realice alrededor del BIC y que pueda afectar su estado de conservación, queda prohibido.