Teniendo en cuenta la gran afluencia de personas que se concentran en las principales fiestas insulares en esta época estival, el Cabildo ha puesto en marcha una campaña de prevención de accidente de tráfico en fiestas populares que tiene por nombre “Tras la fiesta… llega a casa”.

Esta acción se enmarca dentro del II Plan Insular de Drogodependencias y tiene como objeto concienciar a los jóvenes del peligro que supone conducir un vehículo tras la ingesta de alcohol o drogas así como disminuir los riesgos en la carretera para los asistentes a las fiestas populares y ayudar a que los conductores descubran los errores reiterados en sus hábitos, actitudes y comportamientos al volante y poder comprobar cómo esto incide en la prevención de accidentes.

Para ello, el  Área de Servicios Sociales del Cabildo Insular, con la financiación del Gobierno de Canarias y con la colaboración de Cruz Roja Española realizará una campaña durante las principales fiestas de la Isla: en Chipude el 14 de agosto, en El Paso (Alajeró) el 14 de septiembre y, finalmente, el 5 de octubre en San Sebastián coincidiendo con las Fiestas Lustrales.

Esta campaña consiste en el desplazamiento hasta estos puntos de varios voluntarios así como un coche itinerante adaptado para actividades de información y prevención y la colocación de un stand con un ordenador portátil y una impresora, que ofrecerá toda la información acerca de los efectos del alcohol y las drogas así como un juego interactivo en cual los participantes se enfrenten a una simulación de los efectos que, tras una cena, conlleva la ingesta de alcohol en la conducción de un vehículo.

Asimismo, esta campaña incluye una actividad denominada “Que esta no sea tu última foto”, donde los voluntarios, con ayuda de cámaras digitales, fotografíen a los grupos de personas que estén consumiendo alcohol y quieran prestarse a ello y, posteriormente, ser reveladas y entregadas a los participantes con un marco cuyo mensaje es el que da nombre a esta acción.

Otra de las acciones programadas incluye la realización, de forma totalmente voluntaria de un test de alcoholemia con etilómetros profesionales en la zona de entrada y salida de vehículos al botellón, en el cual se verificaría el grado de alcohol que tiene el conductor.

La actividad de simulación en circuito cerrado de los efectos del alcohol es otra de las acciones previstas en esta campaña, donde los voluntarios dispondrán de unas gafas graduadas que simulan los efectos y tendrán que esquivar diferentes conos en un recinto habilitado para concienciar del déficit de atención sensorial que suponen estos hábitos nocivos.

Por otro lado, se realizarán encuestas entre los jóvenes que quieran participar en este proyecto, con el objeto de identificar las edades de inicio en el consumo de las drogas, el sexo y si en algún momento han tenido una conducta de riesgo. Con este cuestionario se realizará un estudio para conocer las actitudes y creencias de los jóvenes asistentes a las fiestas populares de la Isla en la conducción y movilizarlos a reflexionar sobre ellas, para que puedan modificar las conductas que les perjudican y reforzar aquellas que les proporcionan elementos de seguridad en sus hábitos de conducción.