El pasado viernes 9 de abril, a las 17:00 horas, un grupo de amigos y amigas de La Gomera decidimos dar el paso de poner voz a una reclamación que entendemos lícita. Hemos estado viendo cómo los organismos públicos, tanto insulares como autonómicos y estatales, han sido poco dinámicos y eficaces a la hora de defender algo tan básico como es el uso de nuestras palabras.

Así, decidimos iniciar una campaña popular con el eslogan "Sí se puede decir miel de palma". Y decidimos empezar esta campaña utilizando como instrumento de reivindicación y participación popular los medios sociales (Facebook).

Creíamos que la campaña podría tener éxito al ser una frase nacida de la espontaneidad, de la afirmación, de la positividad, de la apertura de posibilidades del empoderamiento de la sociedad gomera en un tema tan concreto sin tutelas ni protagonismos. Y lo ha tenido y lo está teniendo: en algo más de un día superamos los 1.000 "me gusta". Enseguida comenzó a estimularse la creatividad popular, llena de humor y ternura ante una reclamación que está bullendo en la sociedad de La Gomera y de fuera: nadie ni nada puede prohibirnos llamar las cosas por su nombre.

Hemos dicho miel de palma desde tiempos antiguos, lo hemos hecho hasta ahora y vamos a seguir haciéndolo, porque es un derecho mantener nuestra cultura, porque al hacerlo defendemos a un producto que es el resultado de una excepcional cultura, que tiene una elaboración única, que emplea como materia prima una especie endémica y que es ejemplo de que la convivencia sostenible del ser humano con la naturaleza es posible. Con esta campaña también defendemos un producto que ha significado un factor de desarrollo importantísimo para caseríos pequeños de La Gomera y sus familias.

Y todos y todas quienes han participado de esta campaña así lo han entendido: con estas cifras (mientras se redacta esta nota hay 1.830 "me gusta" y 2.667 personas que hablan de esto), nos ilusiona pensar que el amor y el compromiso con el territorio en el que vivimos, es un sueño común. Mejor que un sueño, una tarea a emprender.

¿En qué consiste la campaña? Pues es muy sencilla: gente de la isla (y de cualquier parte del planeta) se saca una foto con un bocadillo tipo cómic con el eslogan y la sube a la página de facebook. Desde la propia página, se facilita un modelo de bocadillo para quien quiera lo imprima y lo use. 

Muchas personas han hecho sus aportaciones personales y creativas. Y este hecho tan sencillo ha generado una marea humana, un esfuerzo colectivo fuera del control de ningún partido, asociación o institución. Es de destacar que la página se está viendo en Alemania y Portugal con entradas traducidas gracias a la colaboración anónima. E incluso ya hay colectivos que se han sumado a esta reivindicación utilizando este eslogan, que no es nuestro ni de nadie, es de todas aquellas personas que queremos exigir a las autoridades europeas, con este sencillo y modesto acto, el respeto de nuestra propia cultura y nuestro desarrollo económico.

Por eso, es tarea de todos/as invitar a las instituciones, a las distintas asociaciones y a toda la ciudadanía en general, a participar en esta campaña para lograr los fines que están por encima de cualquier sigla, etiqueta o tendencia.