Nicolás Almenara, Teniente de Alcalde y Concejal de Obras e Infraestructuras, informa que las vallas de protección comenzaron a instalarse por operarios municipales en la pista que discurre por el Barrio de Las Cabezadas.

Anuncia que el Ayuntamiento tiene previsto, seguir instalando vallas de seguridad en las vías de acceso a los barrios del municipio, según las posibilidades económicas se lo vayan permitiendo.

Hay que destacar, señala Almenara, el esfuerzo inversor del Consistorio, con el objetivo de  mejorar la seguridad y las condiciones de circulación. Unainversión que aportará un gran beneficio, pues dará  tranquilidad a los conductores y también a los residentes y visitantes que diariamente transitan porlas vías que circundan el municipio.

Los compromisos del Cabildo se quedan en mera propaganda.

Almenara  denuncia los "incumplimientos" del Cabildo de La Gomera " con el municipio de Hermigua. Es notorio, durante años, el presidente del Cabildo y sus consejeros gobernantes han prometido inversiones a sabiendas de que no las iban a ejecutar. Sin duda, esto es en toda regla “una estafa a la ilusión de los hermigüenses”

Sólo basta con recordar las vallas prometidas, en abril de 2010, por el vicepresidente de la primera Institución Insular, Gregorio Medina, quien anunció que la "Institución Insular haría un esfuerzo inversor para cubrir en solitario la adquisición de los 3.200 metros de vallas bionda metálicas de seguridad necesarios para la mejora de la seguridad vial del municipio y de los barrios que lo componen".

No es serio asumir el compromiso, luego "vender humo y paja", para obtener réditos políticos y provocar la posterior desilusión en los ciudadanos que ven incumplidas las promesas.

Insiste que la Corporación municipal lleva  denunciando un "déficit histórico" en cuanto a inversiones por parte del Cabildo. Es de justicia que el reparto de las obras entre los seis municipios de La Gomera sea imparcial y adaptado a las necesidades de cada territorio, y no en función de los colores políticos, como de hecho ocurre, concluye Nicolás Almenara.