En el año 2004 se publicaba un artículo en Eseken de un grupo de alumnos de Bachillerato del José Aguiar sobre la historia del Horno de La Cal, a las que las autoridades les hicieron estos compromisos:

"En lo referente a la protección del horno se nos indicaba que cuando se aprobase el Plan General de Ordenación Urbana de San Sebastián tal inmueble pasaría a ser de titularidad municipal, llevándose a cabo por parte del Ayuntamiento las oportunas medidas de rehabilitación y acondicionamiento. Por último se nos señalaba que el Cabildo Insular iba a iniciar los trámites para su declaración como Bien de Interés Cultural.

Parece ser, que las perspectiva de futuro pueden ser muy halagüeñas para el Horno de Cal, lo único que no queda es esperar que se cumplan los compromisos y se haga realidad lo señalado verbalmente. Sería la única recompensa válida para los alumnos que dedicaron su tiempo y esfuerzos para que el último Horno de Cal de San Sebastián no desaparezca y recupere parte de la importancia que tuvo antaño."

Lamentablemente dos desprendimientos en estos 10 años han agravado la situación de este inmueble de incuestionable valor etnográfico.