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viernes, 22 de noviembre de 2024 10:52h.

Unas jornadas de Patología Dual unen a la Sanidad, Educación y al Cabildo en La Gomera

El Congreso tendrá lugar el 12 y 13 de febrero en Fuerteventura.

FOTOA AUTORIDADES INSULARES LA GOMERA

Patología Dual, la intersección simultánea de un problema de adicción y salud mental ha unido a las consejerías de Sanidad, Educación y al Cabildo de La Gomera, en esta isla. El comité organizador para las I Jornadas de Patología Dual y Adicciones en Canarias, quiso convocar a los medios en una de las islas más pequeñas. Isabel Aguilar, la jurista gomera que ocupa la presidencia  de este evento científico, patrocinado por la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), acompañada por el profesor de psiquiatría de la Universidad de La Laguna, Armando Morera, manifestaron que el objeto de esta convocatoria no era otro, que hacer visible la problemática del estigma, en nuestra sociedad.

 “Pese a que aún es pronto para ofrecer el número definitivo de congresistas que acudirá a Costa Calma”, sede de esta reunión científica y, siendo aún todavía el programa un avance preliminar, han querido, dijo la responsable de este proyecto: “Unirnos desde la comunidad científica en torno a la erradicación del estigma, a la etiqueta dañina y al rechazo de la exclusión social”. Asimismo, entendía que “nuestra labor investigadora no puede quedarse en las reuniones congresuales. Pues, nuestro compromiso es hacer visible el problema, plantear y debatir las posibles soluciones y, también asegurarnos que éstas puedan llegar a los que verdaderamente lo sufren”.

Entendía Aguilar, además, que es esencial que este mensaje se pueda escuchar en las proximidades de un entorno menor, como es la pequeña localidad y una isla donde la vecindad es más próxima, “pues es aquí donde este dilema es más latente. Además, donde primero llama el ciudadano, siempre será a la puerta de un Cabildo o a la de un Ayuntamiento, esperando una respuesta, además de rápida, de importante calado”. En idéntica línea continuaba, expresando su satisfacción por el respaldo que las autoridades insulares de sanidad, educación y que el mismo cabildo prestaban, unidos a la municipalidad, “no cabe duda de que la unión de todos contribuirá a apostar por una sociedad más generosa”. Además quiso recalcar, que “como jurista debo considerar que legislar no sirve para todo y, la presencia de los Planes Insulares en materia de drogodependencias y prevención, dejan de tener razón de ser, si no existe una actitud más solidaria en nuestra sociedad, con nuestro vecino, con nuestro compañero de trabajo y con nuestro entorno más cercano”.

El Dr. Morera, recalcó la importancia de los equipos multidisciplinares, “el médico, el clínico son profesiones de suma importancia, pero en el contexto de la salud mental y las adicciones, si no existe la coordinación con pedagogos, trabajadores y educadores sociales o, cualquier otra formación con una dimensión más social, la intervención en aras de la recuperación se pierde”.

Aseguraba, también que es de suma importancia formar a futuros clínicos en salud mental y en drogodependencia, pero también inculcarles la importancia del trabajo multidisciplinar y estar pendientes del fenómeno conocido en clínica como la “conspiración del silencio”, donde “todo el mundo sabe lo que le está pasando a una persona, pero nadie se atreve a hablar en voz alta sobre el tema y todos se comportan como si no sucediese nada”.

Desde la presidencia de la organización, se reiteraba la invitación “a todos los que se sientan implicados a estar el 12 y 13 de febrero en la isla Fuerteventura, en el municipio de Pájara”. La abogada gomera quiso añadir además, que “me congratulo de que la sociedad de mi isla quiera avalar este proyecto”. Además, quiso tener un doble recuerdo, “no podría dejar de significar el ejemplo que vi en mi familia, a la que perteneció una enfermera _hoy fallecida_, especialista en drogodependencias. Pues a pesar de trasladarme que muchos no eran recuperables, con su ejemplo hacía visible los principios de la medicina cuando curar ya no es posible. Y, por tanto, hay que apelar a acompañar hasta el final”.

Además, quiso indicar a las diferentes autoridades, para concluir, que “gestos como la presencia en las puertas de las instituciones cuando una mujer fallece víctima de violencia hace visible nuestra condena, pero también sería conveniente ejemplos equivalentes por una sociedad más humana que condene el estigma, el rechazo por no ser recuperable y la exclusión social”.