Tras días de preparación y adecentamiento del entorno y ermita del Cedro y la puesta a disposición de los vecinos un transporte para asistir a las fiestas en Honor a Nuestra Señora de Lourdes, poco quedaba ya por hacer por parte del Ayuntamiento de Hermigua; sólo esperar, como así fue, que las expectativas de asistencia a las mismas se superasen, pese a tener en contra el reto del  “dilatado" cierre de la carretera del Rejo, vía que une el municipio con el lugar.

Pese a ello, varios cientos de personas se dieron cita en el emblemático lugar en el día de hoy, 30 de agosto, para asistir a un evento de marcado sentir religioso y popular y que este año celebraba su octava década de celebración.

Chácaras y tambores de diferentes puntos de la geografía insular y fuera de ella, entonaban al unísono el característico sonar para acompañar a la Venerada Imagen en su “periplo” por el sendero que une la ermita con el Caserío y en el que se le había dispuesto el tradicional “descanso” engalanado con flores del lugar.

Tras la misa y regreso de la Virgen a su morada, los asistentes compartían un almuerzo en el que, tocadores y cantadores asiduos como Álvaro Padilla, amenizaron el mismo. El acostumbrado silencio y quietud que predomina en este paraje de Hermigua, fue roto por un día con el sonido de chácaras y tambores, guitarras y el bullicio de la multitud conversando y compartiendo el momento, ; algo que se entiende y disculpa. No todos los días las fiestas cumplen ochenta años.

Fiesta del Cedro, Hermigua 2015