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sábado, 21 de diciembre de 2024 00:00h.

Sí se puede insta que se cumpla la ley y se derribe la embotelladora de Taguluche a la mayor brevedad

La formación ecosocialista requiere al alcalde para que proceda de oficio a la apertura de los oportunos expedientes para la aclaración de responsabilidad patrimonial o de cualquier otro tipo

Embotelladora

Nos duele ver el fin que tendrá tanto dinero público invertido, pero antes de que vengan más sanciones por incumplimiento de una sentencia judicial, instamos al Ayuntamiento de Valle Gran Rey a su derrumbe inmediato y a que “exija al Cabildo Insular y al Gobierno de Canarias a que se corresponsabilicen en el coste económico que supone esta demolición pues fueron instituciones que también promovieron, justificaron y financiaron la obra”.

Desde la organización ecosocialista gomera se recuerda que, “esta ha sido una lucha vecinal exitosa que comenzó en febrero de 1998 desde el mismo momento que el Ayuntamiento de Valle Gran Rey y la Dirección General de Aguas del Gobierno de Canarias promovieron un proyecto que pretendía tomar el agua de los Manantiales de Mona, El Choquete y Las Tederas para llevarla a una nave industrial por medio de tuberías que discurrirían por todo el Espacio Natural Protegido del Lomo del Carretón. A pesar de la masiva oposición de los habitantes y propietarios de terrenos de Taguluche, los promotores decidieron, para vencer esta resistencia, concederle al proyecto la declaración de Interés Público".

La formación ecosocialista requiere al alcalde para que proceda de oficio a la apertura de los oportunos expedientes para la aclaración de responsabilidad patrimonial o de cualquier otro tipo, tanto del personal técnico que informó favorablemente de la construcción de la embotelladora, como de los miembros del pleno municipal que en su día votaron a favor, lo que recientemente ha ocurrido con otra obra de parecidas circunstancias, ‘el Mamotreto de Las Teresitas’, en la que una sentencia obliga a los responsables políticos de su construcción a correr con los gastos de la demolición.

Para Luis Hernández Bethencourt, ingeniero agrónomo y miembro de la Coordinadora Insular de Sí se puede: “aunque sea una petición muy dolorosa por el coste económico que supone, tenemos la obligación moral de ver cumplida la sentencia, y que la demolición de esta obra absurda sirva a los políticos para reflexionar, aprender y comprender que se debe optar por un modelo socioeconómico basado en una gestión eficaz del territorio y que la manera de hacer política se ha de basar en la participación ciudadana”, sentenciando que “Taguluche debe ser la demostración fehaciente y un símbolo de que en esta Isla no hay vuelta atrás en el proceso de la participación ciudadana y que hay que poner fin al gasto del dinero de todos sin una finalidad que ayude al auténtico desarrollo socioeconómico insular”.

La formación ecosocialista aprovecha el comunicado para solicitar que una vez concluida la demolición se mejoren los accesos rodados al pueblo de Taguluche, que se encuentran en la actualidad en unas condiciones lamentables, más propias de otras regiones, y a que paralelamente se realice la limpieza de sus barrancos y palmerales como medida preventiva ante los incendios, pues  muchos vecinos han expresado su malestar y preocupación durante los tiempos estivales ante la acumulación de tanto material vegetal.