Sí se puede lleva al Pleno una moción para declarar Valle Gran Rey “municipio opuesto al Tratado Trasatlántico de Comercio e Inversión (TTIP)”
Sí se puede denuncia que el Tratado deja en manos de las multinacionales la política económica de los países y por ello espera que las otras fuerzas presentes en el pleno apoyen esta moción.
Sí se puede ha presentado una moción ante el próximo pleno ordinario con el fin de declarar a Valle Gran Rey como municipio insumiso y opuesto al TTIP, defendiendo los servicios públicos básicos para la solidaridad y redistribución social. “Este tratado es dañino para la mayor parte de la población de Europa, pero de concretarse perjudicará especialmente a Canarias, por lo que esperamos que el pleno apoye nuestra moción” señala Carlos Hernández, concejal de la formación ecosocialista.
“Puede parecer que estas cosas de “grandes políticas” quedan muy lejos de Valle Gran Rey y La Gomera, pero los últimos acontecimientos al respecto de la miel de palma demuestran que las decisiones que se toman en Bruselas terminan llegando hasta aquí”, comenta Hernández.
Según Sí se puede en Valle Gran Rey, este tratado busca mejorar las relaciones comerciales con Estados Unidos, pero va a perjudicar especialmente a la agricultura de las Islas. “Desde Canarias se ha luchado, por ejemplo, en conseguir una Indicación Geográfica Protegida (IGP) para el plátano, y precisamente este tratado quiere desproteger los productos” explica el portavoz, para continuar: “la normativa estadounidense no reconoce las Denominaciones de Origen, para EEUU son simplemente una marca y no una característica del origen del producto”.
Para Sí se puede, con la aprobación de este documento los productos agroalimentarios de La Gomera quedarán desprotegidos. “El trabajo que ha realizado el Consejo Regulador de Vinos o la posibilidad de proteger la miel de palma o el almogrote quedarían anulados” insiste Hernández. También se verán muy afectados los cultivos de agricultura ecológica ya que el tratado promueve una agricultura expansiva industrial que no atenderá las necesidades alimentarias de las regiones donde se establezca.
El sistema económico, de empleo y los servicios públicos tampoco se verán libres de los daños del tratado. “Previsiblemente, el TTIP también obligaría a que las competencias directas en Servicios Públicos de las administraciones públicas sean privatizables, pudiendo incluso imponerse la privatización de servicios como las guarderías. Hará competir a las PYMES con las grandes transnacionales expertas en ingeniería financiera, que trasladan beneficios a paraísos fiscales, por lo que lo de los papeles de Panamá será lo normal” considera el concejal.
Para Hernández, uno de los principales problemas que se darían de aprobarse este tratado es la destrucción del tejido productivo canario y la progresiva precarización laboral en sectores como el turístico, debido a la denominada extraterritorialidad de las leyes de Estados Unidos.
“El hecho de que una empresa estadounidense pueda afincarse en las Islas y aplicar sus leyes significaría limitar el derecho a sindicarse, permitir la cotidianeidad de despidos colectivos o aplicar la nula protección laboral. Ya bastante precariedad laboral sufre la clase trabajadora en Canarias como para favorecer mediante este instrumento mayores índices de inseguridad e incertidumbre laboral y ahondar en la falta de garantía de condiciones socioeconómicas mínimas y suficientes” concluye el concejal ecosocialista.