Sí se puede muestra su alama ante el devenir del silbo en La Gomera
El concurso de silbo del Día de Canarias tuvo fallos de organización. Llamó la atención que en modalidad adulta e infantil ganasen parejas de otra isla.-Afirman
Sí se puede muestra su preocupación ante la dejadez y carencia de un proyecto serio por parte del Cabildo Insular en torno al silbo, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, tal y como se pudo comprobar en el concurso de silbo del Día de Canarias.
En la noche del pasado día 30 de mayo tuvo lugar en la capital insular el concurso anual de silbo gomero organizado por el Cabildo de La Gomera. Las modalidades de competición fueron dos: adulta e infantil. Entre los más jóvenes participaron alrededor de una veintena de niños y niñas. Por el contrario, en el caso de la modalidad de adultos tan solo compitieron dos parejas, ambas procedentes de la isla de Tenerife.
El desarrollo del concurso adoleció de la organización que merece un bien patrimonial como el silbo. Un síntoma de ello fue que los participantes tuvieran que apuntar sus nombres en un improvisado listado, a pesar de haberse inscrito con anterioridad.
También se pudo observar que no hubo un control óptimo sobre el material de las pruebas; así, varias veces se rectificaron frases y acciones por ser injustas e incongruentes, a pesar del buen hacer del jurado.
Guacimara Navarro, portavoz de Sí se puede, señala que “En aras de responder al compromiso de los concursantes, hubiera sido muy positivo tener el detalle de entregar a todas las personas participantes un diploma acreditativo de su asistencia.
No podemos olvidar que acudieron dos niños del CEIP Temocodá de Chipude que, tras recorrer un largo camino para participar en el concurso de silbo gomero, se volvieron a su casa con las manos vacías. Otro tanto ocurrió con los niños de San Sebastián y de Tenerife, quienes, por no haber quedado entre las 5 primeras parejas, no recibieron al menos un recordatorio de su participación”.
Acudió al certamen un nutrido grupo de niños del CEIP Acentejo en La Matanza, alumnos del maestro Rogelio Botanz. Estos niños demostraron que fuera de nuestra Isla se gestiona el patrimonio gomero con rigor y seriedad. La portavoz de Sí se puede apunta: "El hecho de que los únicos participantes en modalidad adulta fueran exalumnos de Rogelio Botanz, que además vinieron a revalidar el título que ya habían ganado el año pasado, demuestra el enorme vacío en la que se encuentra sumida La Gomera en materia de enseñanza y promoción para adultos del silbo”.
Navarro añade: "Así pues, la asistencia de una representación gomera en modalidad infantil manifiesta que existen niños y niñas que tienen interés, y que lo único que está funcionando es la enseñanza del silbo en los colegios, actividad que precisamente no es competencia del Cabildo Insular”.
Los ganadores del concurso, procedentes de Tenerife y exalumnos de Rogelio Botanz, tras recibir el galardón hicieron referencia a los grandes maestros Isidro Ortiz y Lino Rodríguez como auténticos artífices de la preservación del silbo gomero.
Para la portavoz de la formación ecosocialista "No podemos achacarle a la población gomera su falta de participación en este certamen, ya que en la actualidad las personas adultas que deseen aprender silbo gomero en nuestra Isla carecen de un lugar para hacerlo. Sin embargo, lo más llamativo es que en otras islas como Gran Canaria o Tenerife se ofertan cursos por parte de las administraciones públicas para todas aquellas personas que quieran introducirse en la materia."
Cabe destacar la ausencia de la Consejera del Área de Política Sociocultural, Patrimonio Histórico y Juventud del Cabildo de La Gomera y del propio Presidente, quienes no dudan en acudir a otros actos culturales. "Los responsables directos de la agonía de nuestro patrimonio no dan la cara ante la ciudadanía porque se les caería de vergüenza, y no sabrían qué decir ante el dato demoledor de que en la categoría de adultos no participara ninguna persona natural de La Gomera. Deberían reflexionar sobre este hecho, fruto de la nefasta gestión que hacen de nuestros bienes culturales" concluye Navarro.