En el Día Mundial del Turismo
Sí se puede reclama que las oportunidades que da el sector se traduzcan en mejoras de las condiciones de trabajo
Para la formación ecosocialista, la hostelería es una actividad que puede proporcionar riqueza en La Gomera y el reto está en que esta riqueza se traduzca en bienestar para su gente, para sus trabajadores y trabajadoras.
Para Sí se puede La Gomera, el Día Mundial del Turismo debe convertirse también en un día para la reivindicación laboral ya que son numerosas las quejas y necesidades de los trabajadores del sector turístico de la isla, a lo que se suma un convenio para el período 2015-2019, que está cargado de recortes y que supone una pérdida sustancial en los derechos de este colectivo, que va a mermar, más aún si cabe, la calidad de vida de las personas trabajadoras y de sus familias.
«Este convenio no se ajusta a las diversas realidades existentes. Por ejemplo, ha dejado fuera de la negociación a trabajadores y a los pequeños empresarios hosteleros, que en su mayoría son autónomos. Así nos encontramos una actividad cuya regulación está sujeta a las pretensiones de grandes corporaciones hosteleras y que poco o muy poco atiende a las necesidades de los trabajadores y de las pequeñas empresas, que son el grueso de la actividad en nuestra isla», señala Ada García Santos, portavoz de Sí se puede.
En opinión de la portavoz, «no se debe obviar el hecho de que, en la coyuntura económica actual, con un alto índice de desempleo, el trabajador está solo ante los abusos de la patronal. No sólo es injusto el convenio, lo más grave es que el trabajador o la trabajadora no puede luchar por mejorar su situación mientras la eventualidad sea la norma, mientras los sindicatos miren hacia otro lado y no se denuncie la situación de explotación y precariedad laboral que sufre este sector»
Para la formación ecosocialista, en el sector turístico gomero se dan jornadas de más de 40 horas semanales, situaciones de sobrecarga de trabajo, escenarios donde no existe la conciliación familiar, poca adecuación de los servicios públicos tales como guarderías a los horarios de hostelería, un escaso control en materia de seguridad e higiene, incorrección en el uso de los equipos de protección individual (EPIs), y un largo etcétera que muestran la precariedad que sufren los trabajadores del sector.
«Nos preguntamos de qué sirve una legislación laboral si no se aplica a la realidad cotidiana, si no sirve, si tenemos que aceptar cualquier empleo y en cualquier condición, si nos jugamos la salud y la felicidad cada día» expresa Ada García.
Para Sí se puede, los datos muestran que La Gomera es la isla que más empleos ha perdido en términos relativos, un 28,6% desde que empezó la crisis, 900 empleos sólo en construcción.
«Si tenemos en cuenta el escaso protagonismo del resto de actividades, donde el sector primario llega al 3,4% y la industria manufacturera al 3,3%, nos encontramos con que las dos actividades que absorben la mayor parte del empleo son la Hostelería y el Comercio, con un 21,2% y un 17,8% respectivamente.
Los datos de ocupación, como en el resto de las islas, son positivos, con incrementos importantes para el ejercicio 2014 y con previsiones para este 2015 muy alentadoras, pero desgraciadamente estos datos no miran las condiciones en las que se encuentra la clase trabajadora», señala la portavoz ecosocialista, para quien «la situación tampoco es buena para los autónomos, quienes sufren precarias condiciones laborales.
No hay políticas que ayuden al pequeño empresario que está asfixiado por un régimen de autónomos injusto y abusivo».
Sí se puede La Gomera apuesta por un modelo turístico en el que se vele por unas condiciones de trabajo dignas y seguras, por la conservación de nuestro patrimonio natural y cultural; por un modelo que ayude a desarrollar el resto de actividades económicas de la Isla.
«En La Gomera podemos hacer del turismo una actividad sostenible social y económicamente a la vez que respetuosa con nuestro medioambiente. Hace falta propósito político con un análisis de la situación de este sector y esto pasa por crear un marco abierto a todas las voces implicadas.
Así y sólo así, podremos, entre todos y todas decidir el tipo de turismo que necesita y que es más conveniente para nuestra Isla», apunta Ada García, quien finaliza su intervención expresando «proponemos un modelo turístico de calidad para tod@s, donde visitante y anfitrión se beneficien mutuamente en un intercambio rico y justo».