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viernes, 15 de noviembre de 2024 12:37h.

Rosendo Fragoso dona su colección de Barcos de Talahague al Ayuntamiento de Hermigua

En su muro de Facebook afirma sentirse feliz por la entrega de su colección a un municipio por el que siente especial cariño.

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En un sencillo acto celebrado el pasado jueves, 14 de agosto en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Hermigua, Rosendo Fragoso Lugo, hizo entrega a la alcaldesa de la localidad, Solveida Clemente, de unos barcos fabricados artesanalmente por él y que se corresponden a una parte de su colección para que sean expuestos en La Casa de la Cultura del municipio.

Nacido en Agulo, un uno de Marzo de 1939, fué como tantos otros un inmigrante en busca del "dorado" en Venezuela, tierra que por aquel entonces era sinónimo de esperanza y riqueza para muchos. Casado con una santanderina que le ha dado dos hijas y la felicidad en su vida, ha ejercido en lo profesional como representante de las tabacaleras R.J.Reynolds y Philip Morris en el departamento de Duty Free (libre impuestos) en el puerto de La Luz y de Las Palmas. Ahora jubilado ha dedicado tiempo a la artesanía y sus artículos en los que, según el mismo afirma,  trata de decir lo que quiere y siente.

Según afirma Rosendo Fragoso en su cuenta de la Red Social Facebook, se siente feliz y orgulloso por la entrega de estas piezas de artesanía que ha ido elaborando con los años, a un municipio por el que siente especial cariño.

Refiere además que, tras la entrega en la que estuvo presente el también edil del Consistorio y teniente de alcalde, Nicolás Almenara, él y su esposa fueron agasajados con un almuerzo en un conocido Restaurante de la Villa hermigüense donde hizo entrega a la primera regidora de un barquito de Talahague barnizado con el nombre de “Fuensanta”,  “el cual me agradeció muy amablemente”.Afirma Rosendo Fragoso.

Cabe recordar que  la variedad de usos y aprovechamientos de la palmera y la relativa sofisticación de estas técnicas nos obligan a pensar en una auténtica cultura. Milagrosamente este conjunto de prácticas ha pervivido en La Gomera con el paso de los siglos desde mucho antes de la Conquista. Estas prácticas eran comunes al resto de las islas, aunque en la actualidad han desaparecido casi por completo. De la palmera se aprovecha asombrosamente todo, desde el tronco hasta las hojas, desde su savia hasta sus frutos. Su cultivo constituye un modelo de ingenio popular antiguo, una muestra de hasta donde pueden llegar a utilizarse los recursos aunque estos sean escasos. La diversidad de aplicaciones nos ayuda a comprender la importancia que la palmera ha tenido y tiene.

En el caso del Talahague: base de las hojas que incluye el pecíolo, es decir, la parte espinosa trasera que queda una vez cortadas las hojas grandes conocidas también por pencas, se empleaba como leña para tostar maíz o cocinar. En lugares como Tazo y Cubaba se utilizó este combustible en la elaboración de la miel de palma.

Otra aplicación menos extendida era la de construcción de cercas espinosas para evitar el paso de animales de una finca a otra. Ha tenido además otros usos, ya que con el talahague se construían juguetes (barcos, animales, etc.) o los tapones de las barricas y de los garrafones.