Los vecinos y vecinas de San Sebastián podrán aprender silbo gomero a partir del próximo curso, como parte de las materias que se impartirán dentro de la Escuela de Folclore y que actualmente tiene alrededor de sesenta alumnos en sus distintas modalidades.

El alcalde de San Sebastián de La Gomera, Adasat Reyes, aseguró que “con esta actuación el Grupo de Gobierno atiende la demanda de muchos vecinos del municipio, que quieren aprender silbo, y que se incorporará a un proyecto serio y consolidado, como es la actual Escuela de Folclore, para ofrecer un enseñanza de calidad y que permita además atender la actual demanda de silbadores que existe en la isla de cara al turismo”.

Por su parte, el concejal de Educación y Cultura, Libertad Ramos, señaló que “desde el Ayuntamiento apostamos de forma decidida por nuestro Patrimonio Cultural Inmaterial, ofreciendo una formación práctica y atractiva que contribuya a extender su difusión como una de las tradiciones más singulares de Canarias”. Para ello está previsto abrir en septiembre la solicitud de inscripción, junto al resto de materias que se ofrecen en la Escuela de Folclore, y que tendrán plazas limitadas.

Una escuela municipal que actualmente ya hace hincapié en la enseñanza de chácaras y tambores, el folclore más puro y auténtico de La Gomera, pero donde también se imparten clases de guitarra, timple, canto, bajo, bandolina o bandurria, con el objetivo no sólo de acerca el folclore tradicional de Canarias sino también al de otros países.

En este sentido, Ramos indicó que “la diferencia de esta escuela, respecto a otras, es que aquí se hace hincapié en el aprendizaje de la técnica del instrumento para avanzar posteriormente en el folclore, poniendo especial énfasis en la educación del oído”.

Como muestra del esmero con el que se presta la enseñanza, en la misma se ofrece al alumno matriculado en otra asignatura la posibilidad de que asista además a las clases de chácaras y tambores y así impulsar este folclore único en Canarias.

Otro de los elementos claves es la motivación, promoviendo a los alumnos para que aprendan y compongan sus propias músicas, estimulando su creatividad y ampliando la enseñanza de otros estilos musicales.

La escuela, compuesta fundamentalmente de niños desde los ocho años, imparte sus clases de octubre a junio con un coste de cinco euros para niños y diez para los adultos, cubriendo las plazas en la mayoría de las diferentes modalidades ofertadas.