Tomás de Armas es natural de Vallehermoso y un ejemplo de como en la vida se debe cumplir con la vocación, pese a que el destino parezca ir en sentido contrario. A raíz del infarto que sufrió cuando tenía 51 años tuvo que dejar su profesión, la carpintería. Entonces dispuso de todo el tiempo libre del mundo y decidió dedicarse a la que siempre había sido su vocación: ser escritor. Pasadas casi tres décadas de aquel paso decisivo, De Armas ha escrito ya ocho libros, cuatro de los cuales los ha editado con su propio dinero. La última obra se titula Confidencias, será presentada hoy en el Archivo General Insular a las 19:30 horas y en su publicación ha participado la Consejería de Cultura del Cabildo de La Gomera. De Armas explica el cambio que experimentó su vida y como decidió cumplir con su vocación.

    -A raíz de sufrir el infarto me dediqué a escribir porque antes no tenía tiempo. Pero sobretodo es que siempre me gustó. Hasta entonces había sido carpintero.

    -¿Había tenido algún tipo de formación previa?.

    -No, ninguna. Solamente era un deseo de escribir. Lo que sí me gustaba era leer y con las miras puestas en que algún día pudiera escribir mi pequeña historia.

    -¿Qué tipo de literatura le gusta?

    -Creo que al final siempre se acaba escribiendo de uno mismo o de como le hubiera gustado que fuera uno mismo y su vida. En cada libro vamos poniendo un granito de nuestra vida. Así escribí mi primera novela y en realidad es como se escriben todas. Al principio quería transmitir mis vivencias y sobretodo buscaba que uno quede satisfecho, porque sino es mejor no escribir. Lo importante es conseguir que la escritura sea una actividad placentera.

    -¿Cómo definiría su estilo?

    -No lo sé. Eso lo tendrá que decir el que lea la novela y que opine porque yo no tengo una definición propia. Hubo un momento en el que me creía con fuerzas para escribir una obra como los grandes escritores. Quería cambiar el estilo y hacer algo superior, pero está visto que no podía. Poco a poco pasé de querer hacer una novela trágica a una rosa. Eso quiere decir que no tengo esa fuerza de escritor que escribe lo que le da la gana. Nunca me he considerado escritor, ni mucho menos.

    -¿Alguna de las novelas transcurre en La Gomera?

    -Sí, tengo una trilogía basada en La Gomera de otros tiempos. No eran vidas reales sino otras que había escuchado y yo interpretaba a mi manera. Nadie se podía ofender, aunque muchos hechos eran reales.

    -¿Cuántas horas al día dedica a escribir?

    -Horas no. Ratitos. Escribir una novela es muy complicado y sobre todo si no eres escritor. No comprendo a los que dicen que tienen un horario para escribir. No es tan fácil como uno piensa. Y menos si ocurre como en mi caso que soy un simple carpintero. Por escribir una novela u ocho no me considero escritor.

    -¿Está escribiendo alguna obra ahora mismo?

    -Tengo dos empezadas pero por falta de capacidad y por que no me han gustado, las he dejado un poco paradas, al menos hasta que le encuentre lo que yo busco. Hay otra que no me gusta el final.

    -Creo que usted mismo se costea las ediciones.

    -Sí. Las he financiado yo mismo. Y por eso estamos buscando la forma para ver si alguien nos puede ayudar. Escribir es un caprichito que cuesta mucho dinero.

    -¿Las ventas como han sido?.

    -Nunca he vendido ninguna. Yo he publicado una trilogía que eran unos ochenta ejemplares cada uno. Los regalo o los cedo para que me den la opinión. Pero yo pienso que éste es un hobby tremendo porque escribir es un placer enorme. Lo que pasa es que ha llegado el momento en que como no tenga un beneficio no podré editar más. Sacar un libro es caro.

    -¿Pero cuántos libros ha escrito?

    -He escrito ocho. Luego hay dos que están casi terminados y otros tantos empezados. Pero en realidad publicados son cuatro y los otros están impresos. Yo escribo a mano y luego me los pasan al ordenador. Pero como libros físicos hay cuatro. La trilogía de Vallehermoso y la obra Confidenciasque presentamos hoy en La Gomera.