La consejera Insular de Desarrollo del Territorio del Cabildo de La Gomera, Ventura del Carmen Rodríguez Herrera aseguró hoy que el sector de los guaraperos no piensa rendirse a la hora de reivindicar el mantenimiento del nombre de “miel de palma” para el producto tradicional de la Isla Colombina. La Unión Europea (UE) ya ha dicho que esta denominación no se puede mantener ya que el término miel sólo puede utilizarse para los productos que elaboran las abejas. El Ministerio de Agricultura ha comunicado al Cabildo que efectivamente la Comunidad europea no va a aceptar esta denominación y apuesta por aplicar la de “sirope” a lo que se niegan los productores a través de una postura que es compartida por el Cabildo. La institución insular había intentado aprovecharse de un cambio en la normativa europea para atender la petición de los países de Europa del Este de que se acepte la miel de polen.
 
En la reunión celebrada el pasado miércoles la consejera acordó con los guaraperos “ir de la mano” en el nuevo capítulo que se abre ahora en sus reivindicaciones y se planificó la hoja de ruta. Entre las actividades que desarrollarán está, por ejemplo, establecer negociaciones con el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) para que haga de pomotor desde la Comunidad Autónoma y que se acepte la petición de los guaraperos y el Cabildo. “Queremos que el término miel de palma quede recogido dentro de la normativa europea como una excepción al igual que ha ocurrido ahora con la leche de almendra. El Estado debe plantear estas exigencia y desde luego nosotros tenemos claro que no vamos a rendirnos”, dijo la consejera.
 
Roríguez Herrera recuerda que la extracción de la miel de palma es “fundamental” para la Isla tanto desde el punto de vista turístico como a la hora de mantener el paisaje, toda una cultura tradicional y el empleo. En este último aspecto, la consejera insular de Desarrollo del Territorio indica que en estos momentos hay nueve empresas dedicadas al sector de las que sobrevifen 35 empleos directos autorizados que explotan doscientas palmeras, tal y como permite la normativa recientemente aprobada por el Cabildo.