ASG, una voz solvente en Madrid
Ser senadora no significa solamente estar presente en sesiones, sentarse en una silla y levantar la mano en votaciones. ( Yaiza Castilla, Candidata al Senado por ASG)
Ser senadora no significa solamente estar presente en sesiones, sentarse en una silla y levantar la mano en votaciones. ( Yaiza Castilla, Candidata al Senado por ASG)
Me gusta la isla donde vivo, donde está toda mi familia, mi novia y la mayoría de mis amigos. Trabajo aquí, he sido concejal durante dos mandatos en la capital, San Sebastián, y he participado activamente con colectivos deportivos o arbitrales de manera desinteresada y altruista.
Ruego al Presidente del Cabildo de La Gomera que no insulte a los cargos electos de Sí se puede por hacer su trabajo
Dicen que “en nuestra época los bárbaros no esperan al otro lado de las fronteras, sino que llevan gobernándonos algún tiempo”, y también dicen que los “arrogantes, asentados solemnes en sus cargos por la ciudad, se creen más que el pueblo y no son nadie”.
Ayer martes volvieron a escucharse en el Parlamento de Canarias alusiones al incendio del 2012 y a la problemática de las edificaciones que se vieron afectadas aquel 12 de agosto cuando el fuego arrasó gran parte del Barranco de Valle Gran Rey.
Cuando su amiga Tere la inició en la cosa del Facebook, eligieron, para colgarla en su perfil, una foto que correspondía a una mujer discretamente atractiva, de no más de 35 años.
Puede sonar brutal ese título, es cierto. Pero no lo he elegido para sumar lectores (aunque con el morbo, siempre sube el interés), sino porque estoy convencida de que es lo que va pasar con La Calera, un barrio pequeño y muy peculiar en Valle Gran Rey. Una muerte segura.
De sus muchos ingenios, decía, solo uno de ellos resistía al tiempo y a la intemperie: un burro de madera que nunca reveló qué cuchichean las brujas cuando la noche cubre La Laguna Grande.
“Una de cada cuatro consultas en Atención Primaria es realizada por personas que tienen como principal o único motivo de consulta un problema de salud mental”.
A Julia Pelikhova no la conozco. Pero sí a su universo pictórico. Diríase que es un crisol entre ruso y noruego pero que vive en Alojera. Una suerte de maga del pincel y del grafito que usa la tinta para expresar un mundo onírico de una complejidad insospechada.
El tiempo sigue pasando, y tras 3 años y medio desde aquel terrible verano de 2012, las noticias directas o indirectas, referentes a lo sucedido siguen sucediéndose. Incluso, resulta curioso cómo algunas de esas noticias confluyen en un mismo momento.
María tiene 88 años y ha pasado los últimos cuatro en una residencia en Tenerife. En La Gomera no hay plazas disponibles.