Con mis letras no pretendo que volvamos a un confinamiento, de hecho, soy la primera que no tiene reparo en hacer, lo ya permitido por fases, ahora bien; con respeto, con control, con empatía y con ganas, con muchas ganas de que todo vaya a mejor pero no de la forma más rápida sino de la más segura.
Aún no he escuchado a nadie quejarse por lo poco que trabaja pero sí por lo poco que vive.
Y sé que cuando pase esto que muchos llaman la tormenta, llegará lo que me atormenta, la Nueva Normalidad.