Opinión
Del indigente de ayer, al pobre de hoy...
“Mira, papá, un pobre, qué pena”. “Niño, ese señor no es un pobre, es un indigente. Un pobre, soy yo”.-
“Mira, papá, un pobre, qué pena”. “Niño, ese señor no es un pobre, es un indigente. Un pobre, soy yo”.-
La escultura, que ha quedado instalada junto al Salón de Plenos, simboliza la recuperación y la fuerza de los bosques gomeros y un canto a la esperanza.