Acebes acaba con el mito dorado de la 'era Aznar'
De Acebes llegó a decir José María Aznar en su segunda legislatura de Gobierno: "Ángel es el que más se parece a mí", lo cual lanzó al entonces ministro del Interior a los primeros puestos de las quinielas que ardían entonces sobre quién sucedería al indiscutido líder del Partido Popular y jefe del Ejecutivo. Era la época dorada de Ángel Acebes, el favorito de Aznar, pero también de Rodrigo Rato, el ministro que había logrado que España fuera bien. Junto a Jaime Mayor Oreja y Mariano Rajoy, configuraban la esencia del PP de Aznar, el héroe de los conservadores que, con tenacidad y mucha crispación, logró derrotar a un Felipe González aparentemente eterno en sus 14 años de poder continuado.
Por todo esto, la imputación de Acebes por la gestión de Bankia tiene al partido descolocado, observando cómo se desmorona una referencia de su etapa dorada, la era Aznar. Su salida de la política fue amarga, tal y como dejó traslucir el tono de su carta de despedida con membrete del PP, y dejó huérfano al sector más duro del partido: el que entre 2004 y 2008 trató de deslegitimar la victoria del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero. En ese tiempo, Ángel Acebes era el secretario general de un PP en cuya sede central se cocinaron teorías de lo más variopintas sobre la autoría de los atentados del 11 de marzo de 2004 que nunca se demostraron: desde ETA hasta el ex secretario de Estado de Seguridad, Rafael Vera, pasando por Alfredo Pérez-Rubalcaba en calidad de director de orquesta.
Entre los años entre 2008 y 2011 Ángel Acebes dio sus últimas bocanadas en el partido, tratando de encontrar un papel decisivo en el PP de Rajoy y que, finalmente, le fue negado. En el congreso de 2008, Rajoy rompió vínculos con Aznar y lo simbolizó relegando a Acebes y a Eduardo Zaplana más allá del segundo plano. Así que en junio 2011, tras tres años de diputado raso por Ávila, el ex ministro de Administraciones Públicas, Justicia e Interior dejó su escaño empuñando la bandera de su máximo logro: una ley de partidos que, en su opinión, estaba siendo devorada por la cada vez más cercana llegada de Bildu al Congreso de los Diputados, que se produjo pocos meses después.
Rápida colocación
La epopeya del Acebes víctima de su lealtad inquebrantable a Aznar, sin embargo, no lo llevó al exilio abulense ni a la vida contemplativa. El también ex alcalde de Ávila (1991-1995) inauguró nueva etapa profesional abriendo un despacho en Madrid en octubre de 2008, que compaginó con su actividad de diputado. Posteriormente, entre 2009 y 2011 -también como diputado- fue consejero de Cibeles S.A. del Grupo Caja Madrid. Le supo a poco y tras entregar su acta de diputado, Acebes fue nombrado consejero del Banco Financiero y de Ahorro (BFA, matriz de Bankia) y presidente de la Comisión de Auditoría y Cumplimiento de BFA, con su amigo Rodrigo Rato al timón de todo. Simultáneamente, el ex secretario general del PP se unió al también ex ministro de Justicia, José María Michavila, y otros 50 profesionales para fundar otro despacho de abogados de mayor alcance profesional (MA Abogados) y que abarcase asuntos relacionados con la Administración, pues su etapa de diputado era incompatible con éstos.
Así estuvo hasta el pasado mes de abril, cuando Iberdrola le ofreció un puesto en el Consejo de Administración y le obligó a abandonar el BFA (posee el 5,4% del capital de Iberdrola) De su paso por la matriz de Bankia, Acebes se llevó 163.000 euros de una gestión de menos de nueve meses. Aquí cerró la breve página de su paso por la entidad financiera seguramente con alivio y mantuvo un férreo silencio cuando las vergüenzas de Bankia empezaron a asomarse y Rodrigo Rato fue obligado por Rajoy y De Guindos a abandonar su presidencia.
Se desconoce si la imputación del juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, fruto de una querella presentada por UPyD, ha cogido a Acebes por sorpresa. Lo que es seguro es que en el PP no asimilan que su apreciado ex ministro, ex secretario general y miembro del Patronato de FAES pueda llegar a ser condenado por falsedad, administración desleal o fraudulenta, maquinación para alterar el precio de las cosas y apropiación indebida. Prefieren extender sombras sobre la instrucción del magistrado.