Ha sido recibido por tímidos aplausos y por algunas "vivas" salidos de entre los cerca de 3.000 asistentes a la celebración, más de un mes después de la polémica sobre su cacería de elefantes en Botsuana y su operación de rodilla como consecuencia de una caída durante ese viaje.

El Rey ha presidido la celebración servido de una muleta para acceder a la tribuna, pero la la abandonado después y ha permanecido firme, en pie, sin ningún apoyo, durante los 45 minutos que se ha prolongado el acto, en el que se ha hecho un homenaje a la bandera y a los caídos.

Acompañado de la Reina y los Príncipes

El monarca llegó a la Plaza Mayor de Valladolid en coche, acompañado por la Reina y los Príncipes de Asturias, y fue recibido por los ministros, de Defensa, Pedro Morenés, e Interior, Jorge Fernández Díaz; el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, y la cúpula militar, encabezada por el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el almirante Fernando García Sánchez.

No ha pasado revista

Para facilitar el acceso del Monarca se han introducido algunos cambios en la organización del evento militar. No ha pasado revista a la fuerza, y ha accedido por una rampa a la tribuna, desde donde ha recibido honores militares. Concluido el acto castrense, se celebrará una recepción en el Palacio Real, pero no serán los Reyes, sino los Príncipes, quienes atiendan a los invitados.

Su recuperación “ha sido rapidísima”

Don Juan Carlos está aún convaleciente de la doble fractura de cadera que sufrió durante su polémica cacería de elefantes en Botsuana y no puede arriesgarse a una recaída, a pesar de que desde Zarzuela han dicho que “la rapidísima” recuperación tras la intervención quirúrgica le ha permitido asistir con normalidad a la celebración. Este domingo, el Rey inicia un maratoniano viaje de tres días a Brasil y Chile al que irá acompañado por grandes empresarios españoles, como Emilio Botín, Cesar Alierta, Ignacio Galán, Antonio Brufau, Javier Monzón y Borja Prado.

Una celebración austera

El Día de las Fuerzas Armadas ha sufrido este año un drástico ajuste y su coste rondará los 400.000 euros, frente a 1,3 millones de 2011.