La Fundación FAADA ha presentado una denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente contra el Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallés, contra una comunidad de vecinos y contra una empresa de trabajos verticales. La denuncia es por un delito contra la fauna y un delito de caza con medio peligroso, ocurrido cuando un grupo de vencejos reales y palomas murió atrapado en un edificio tras cerrar los agujeros donde anidaban en pleno periodo de estancia y nidificación de las especies migratorias.

Los hechos sucedieron el pasado 30 de abril cuando una vecina de Sant Cugat observó que un elevado número de vencejos reales (especie protegida) intentaban entrar en los agujeros de un tabique pluvial donde anidaban, pero que no podían porque habían instalado una malla. La vecina contactó con el cuerpo de Agents Rurals y con el ayuntamiento para informarles de que los vencejos intentaban entrar, y que alguno lo había conseguido, pero que era muy difícil que pudieran volver a salir.

El ayuntamiento reconoció que había ordenado el cierre porque una vecina les había hecho llegar una queja por molestias por palomas. Reconocieron que no habían indicado cómo se tenía que hacer la operación y que la malla que se había instalado no era la adecuada. A pesar de ser conscientes de que allí anidaban especies protegidas, reconocieron que no hicieron nada para que se reabrieran los agujeros.

El caso llegó a FAADA septiembre, cuando se descubrió un vencejo real muerto, atrapado en la malla. Contactamos con los agentes rurales y solicitamos que retiraran la malla con urgencia. Se encontraron dos palomas y dos vencejos reales muertos. “En los días posteriores a la retirada de la red, se observó que unos 18 vencejos entraban en los agujeros, supuestamente los miembros de la colonia que sobrevivieron, con lo que se calcula que la colonia constaba de unas 15-20 parejas, es decir, unos 30-40 individuos”, se explica en el informe que el biólogo Santiago Guallar realizó y que FAADA ha aportado para sustentar científicamente a la denuncia”.

Aves migratorias protegidas

Los vencejos son aves migratorias que llegan a Cataluña a principios de marzo y que permanecen hasta noviembre. Son especies protegidas por la legislación europea, estatal y autonómica. Además son insectívoras con lo que tienen un papel fundamental en el control de los insectos.

Hacen sus nidos en los edificios de nuestro entorno urbano (suelen utilizar los agujeros de ventilación de techos, medianeras y falsos techos). Pero su supervivencia está en peligro debido a la destrucción de sus nidos, ya que las nuevas construcciones, o las rehabilitaciones se llevan a cabo sin ningún miramiento y sin tener en cuenta a este patrimonio de la fauna. Los vencejos se quedan así sin refugio para nidificar y a tiro de sus depredadores.

Lo ético y deseable, se apunta desde medios científicos, sería que siempre que fuese posible se evitase hacer obras durante los periodos de cría o nidificación de las aves migratorias.