ABC.ES.-INMA ZAMORA / MADRID.-Qué tendrá la televisión que nos sube a lo más alto para después bajarnos de la nube. Justo Gallego, el hombre que construye una catedral en Mejorada del Campo y a quien un conocido anuncio de «Aquarius» convirtió en un héroe en 2005 sigue, casi diez años después de haber alcanzado la fama efímera, intentando completar su gesta.

De sus casi 90 años de vida, Justo se ha pasado cincuenta poniendo en pie una magnífica edificación que, en lugar de robarle las pocas fuerzas que a su edad deberían quedarle, le mantiene más vivo cada día que pasa. Justo es un hombre tranquilo, silencioso y que evita entablar conversaciones durante un tiempo excesivo.

Su vida, desde hace medio siglo, está encerrada dentro de su catedral, en cuyos muros se escribe su historia así como los pensamientos que este mejoreño jamás ha querido compartir con nadie. Durante el «boom» de Aquarius, cuando su nombre dio la vuelta al mundo y todos quisieron contemplar su obra, Justo prefirió esconderse tras las piedras de su templo para no atender peticiones ajenas. Según él, «le apartaban del trabajo».

En realidad —dicen quienes le conocen— al anciano no le importa el reconocimiento ni tampoco el no haber recibido una sola ayuda externa para culminar el sueño de toda una vida. De hecho, es más que consciente de que tras su muerte ese templo que tanto le ha robado el sueño será a todas luces derribado por no cumplir con la legalidad vigente. En su pueblo, no en vano, piensan defender hasta el último aliento la obra de Justo y darle, a sus casi 90 años, el reconocimiento que tanto merece aunque ya no salga en las pantallas.

Precisamente Teresa Salvanés, residente en Mallorca pero con el corazón en Mejorada, lleva ya una década defendiendo la causa de quien fuera el «ídolo» de su infancia. Tras proponer al Ayuntamiento de Mejorada del Campo la creación de una calle con su nombre, el consistorio ha asegurado que en breve habrá en el lugar un parque en honor al héroe anónimo. Pero sus vecinos quieren más.

No hace un mes que Teresa puso en marcha la plataforma en Facebook «Mejoreños en Acción» y ya más de 600 personas claman por un reconocimiento en vida a al ilustre vecino. Pretenden, entre otras cosas, recaudar fondos a través de la venta de camisetas y otras actividades para que Justo pueda seguir con su obra el tiempo que le quede.

«Le tiraban piedras y le llamaban loco»

Teresa era una niña cuando el ya anciano labrador cargaba piedras para levantar los muros de la que hoy se erige como la faraónica obra de su vida. «Siempre supe que algo bueno pasaría en aquel lugar. Los niños le tiraban piedras y le llamaban loco, pero yo defendía a Justo cada vez que le criticaban y hasta me pegaba con algunos —recuerda entre risas—. Me gustaba sentarme en los olivos, observar lo que él hacía y reflexionar».

«La catedral sigue en pie para mantener el sueño de Justo»

Como bien afirma la promotora de «Mejoreños en Acción», la catedral de Justo Gallego no solo es especial por los sueños que entraña ni tampoco por el hecho de haber sido levantada por un solo hombre, sino por el particular modo en que ha sido puesta en pie. «Justo es un genio. Todo lo ha hecho con envases, botellas, botes, escombros, latas de tomate... El Ayuntamiento lleva años intentando que el lugar se pueda legalizar, pero no es posible. Han dejado que siga adelante por un cierto romanticismo, por respetar su sueño, pero algún día aquello no estará en pie».

El próximo 20 de septiembre Justo cumplirá 90 años, casi un siglo de vida en el que ha mantenido intactos sus principios y también su personalidad. «Es un soñador, un hombre carismático con unas bases tremendas. Su trabajo es su vida, es su medicación para estar siempre en pie, tan íntegro, con una vida entregada a Dios. Es un hombre inspirador, un ejemplo a seguir por todos. Por todo esto se merece un reconocimiento, pues los homenajes se dan en vida, no tras la muerte de uno».

El grupo de Facebook «Mejoreños en Acción», al que puedes unirte desde ahora mismo, busca fondos para que Justo siga poniendo piedras en su templo y para reconocer públicamente su labor. «Este hombre ha sido un ejemplo para el mundo y es nuestra obligación demostrárselo». [Puedes unirte aquí]