La familia
Hay que considerar varias clases de familia Es justo empezar por la tradicional de siempre y que se inicia con el matrimonio.
Hay que considerar varias clases de familia Es justo empezar por la tradicional de siempre y que se inicia con el matrimonio.
No sabía hoy si continuar con el asunto del petróleo en nuestras aguas canarias, o dedicarle un recuerdo a quien todos creímos un día que fue honorable: Jordi Pujol.
Ciérrese la verja. Córtense las comunicaciones telefónicas. Recuérdenles la privacidad del espacio aéreo español, cuyo quebrantamiento será severamente sancionado económicamente.
El asunto del petróleo en Canarias hace pensar, a quienes somos bien pensados, que las razones que el Presidente del Gobierno canario esgrime en contra del crudo guardan poca relación con lo que subyace detrás del problema.
La reciente visita que ha hecho Picardo a España ha sido un mal gesto, pero mucho peor ha sido que lo hayan recibido algunos de nuestros ineptos políticos.
El asunto Urdangarín ha entrado ya en una fase de ensayo general de todo cuanto va a suceder en el futuro.
Como ustedes saben Pablo Iglesias Possé, es considerado como el padre del Socialismo español desde 1.879. A pesar de su ideología y críticas al Capitalismo, cuando viajaba en tren solía comprar un billete de primera clase (entonces no había aviones ni cruceros de lujo
"Cuando habla el político interesado cuando se refiere a los perjuicios del crudo para Canarias, ninguno diga una sola palabra sobre el mayor perjuicio que va a causarnos Marruecos"
Lo había decidido, no sólo por descontento, sino, además, por el gran ejemplo de honrada gestión política que lleva a cabo en Uruguay su Presidente, José Mújica, cuya entrevista vimos hace unos días en televisión.
Aquí todos alaban sus falsos aciertos, y nadie confiesa sus verdaderos errores, sino que reprochan al adversario político la suciedad que, realmente, han generado todos ellos juntos. Es por ello que no me siento con ánimo para ir a votar.
Que el dinero sea público, tampoco diferencia la gravedad moral del imputado, a quien le da lo mismo robar dinero público para sus intereses privados, que dinero privado para sus privados intereses.