"Me presento a estas elecciones locales con una voluntad inequívoca de luchar por este municipio, por esta isla, en aras de lograr que no pierda el tren del desarrollo de la isla"
Hasta ahora la vida de este extraordinario mirador ha sido la de la frustración. Con un restaurante instalado, parece que la suerte no se ha aliado con su valor arquitectónico.
Nuestro propósito es claro. Valle Gran Rey ha pasado muchos años estancado en una parálisis de la que debe despertar.
Aquellas personas que me conocen saben que me interesa la política desde que tengo uso de razón. Para mí, la política es una pasión, una vocación, una dedicación.
Estamos hartos de propagandistas, vendedores de humo, cultivadores de la inoperancia y fracasados continuos.
Es probable que La Hila fuese, además de un buen embarcadero natural, la alternativa al puerto que ya existía, para transportar fruta o “mercancía humana” huyendo de la miseria.