En ocasiones, daña más el miedo que la enfermedad...
Como había quedado, aguardaba en la parada hasta que viniesen a buscarme...
Como había quedado, aguardaba en la parada hasta que viniesen a buscarme...
...Y descubrió lo que algunos querían decir cuando hablaban de La Libertad. Fue justo allí, cuando metió los pies en aquel charco.
Uno de los chicos increpó a otro compañero, negro de piel, gritándole "por culpa de ustedes, los negros, ahora nos vamos a morir los españoles" y le empujó...
Ante mi un té ya frío, un puñado de piedras de recuerdos, un tiesto en el que crece la albahaca y, en mi pensamiento, mil cosas por hacer que no me atraen lo más mínimo...
Desde hace semanas circula entre los empleados de correos algo así como un bulo que les mantiene en alerta, máxime tratándose de la posibilidad de pasar a engrosar las listas del desempleo.
Me da un no sé qué en la boca del estómago (las madres diría mi bisabuela o los chakras revueltos según mi amiga, la coaching) sólo de pensar que ese vecino tan antipático o que esa señora tan pijotera puedan decidir mi futuro en Europa y solo por no ir yo a votar.
Es tremendamente penoso comprobar como cada uno va a lo suyo, sin "perder tiempo" en lo que suceda a los demás.
El 1 de mayo se celebra -por todo lo alto y con festivo incluido- el Día Internacional del Trabajador en un contexto en el que, al menos en nuestro país, el trabajo es uno de los principales problemas según los españoles: para unos porque no lo tienen y para otros porque teniéndolo, a veces, deben tragar con ruedas de molino para mantenerlo.
Doy ruido a este blog e intento reflejar en sus líneas el calvario que viven unos vecinos del barrio de San Matías, en Taco; para más señas en La Laguna.
No sé si es por la proximidad a las elecciones y miedo a quedarse en "stand by" lo que está provocando reacciones un tanto extrañas en distintas formaciones políticas, saltando al mundo mediático, con tal rapidez que nos cogen a casi todos con el paso cambiado.
No sé si es para alegrarse o no, según se mire. Lo cierto es que la "Savia de Palma" ya está en los lineales de los supermercados.
No se trata de posibles alergias al marisco, ni de efectos secundarios ni tan siquiera de componentes en mal estado, se trata simplemente de "esas" paellas.