Es posible, que no haya nada mejor para una persona a la que le gusta escribir y exponer algunas teorías, que estas sean refrendadas por la realidad. Sinceramente, no es mi caso. Y no lo es, porque suelo opinar de asuntos desagradables: mentiras, engaños, chantajes, fraudes… vamos, lo que es el mundo de la política, en general.