Los que quizás no vuelvan
Hay momentos en la vida en los que cuesta desprenderse de ese caparazón de sentimientos egoístas que nos ha sido dado para satisfacer nuestro primer instinto básico: el instinto de supervivencia.
Hay momentos en la vida en los que cuesta desprenderse de ese caparazón de sentimientos egoístas que nos ha sido dado para satisfacer nuestro primer instinto básico: el instinto de supervivencia.
Enciendes la televisión y, zas, te das cuenta de cuán cerca está el género humano de su parte animal y de que hace ya años que retrocedemos hacia épocas pretéritas donde jamás pensamos estar de nuevo.
Estos días están siendo muy movidos en el mundo educativo a raíz de las declaraciones de José Antonio Marina sobre la evaluación a los profesores. Vaya por delante mi aprecio a la idea de que en el debate está el progreso y que con la confrontación de ideas se pueden frenar otras confrontaciones más, digamos, exterminadoras.