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martes, 22 de abril de 2025 20:25h.
Opinión

Juan Antonio Alonso Velarde

El Rey del palco y el sarao

Nadie en su sano juicio entendió o comprendió la presencia del monarca en el palco del Santiago Bernabéu. Dejando a un lado las filias y querencias balompédicas de Su Majestad, lo cierto es que la inoportunidad de su presencia allí era más que sobresaliente.

Relatos Breves

El peluquero

Esto, querido amigo, muestra la diferencia fundamental que existe, actualmente, entre los ciudadanos comunes y los miembros del "honesto" grupo de ciudadanos que nos gobiernan...

Cartas al Arco Iris

Los desconocidos...

Me doy por vencida. No consigo que mi hijo comprenda quienes son desconocidos. Y no es porque no lo he intentado. Sino porque su lógica se impone a cualquiera de mis razonamientos.

Libre opinión

Aniversarios que duelen

Tras las escuchas a las que hemos tenido acceso todos los canarios, nos damos cuenta que ni el Técnico en Emergencias del Gobierno Canario tenía ni idea de la orografía de la isla.

Libre opinión

Orden en el empleo social

Néstor López, alcalde de Agulo: "Observaremos cómo en algunas situaciones dramáticas no se les ha dado respuesta, mientras que en algunos hogares se ha dado respuesta doble o triple"

A CARA DESCUBIERTA

Casimíro Curbelo y el arte de parar el tiempo.

Ha ido destruyendo todas las alternativas, ha amedrentado por medio del empleo y se ha travestido ideológicamente las veces que ha hecho falta. Ha engordado a quién le pudiera hacer sombra y ha comprado con baratijas a los gomeros “como los vaqueros compraban con Whisky a los indios del Lejano Oeste” 

Juan Antonio Alonso Velarde

Un jeta en la desgracia ferroviaria

Hay que tener la jeta de mármol de Macael o de Carrara para aprovechar la desgracia de los 78 muertos y decenas de heridos en el accidente del tren de Santiago para presentarte en comisaría e inventarte que tu mujer, la cual estaba embarazada, ha desaparecido tras el bestial impacto que hizo descarrilar al convoy.

EL RINCÓN DE RAFAEL ZAMORA MENDEZ

Una Gran Fecha

Lo que ante siempre fuera un señalado dechado  de Fiesta Nacional, ha pasado a cambiarse hasta la acera de enfrente, para ir transitando por las obligadas autopistas de la más simple y cotidiana jornada laboral.