Nuestro PIB, que se alimenta en un 37% de esta actividad, no podrá soportar mucho más tiempo esta paralización y no podemos asistir a esta debacle de brazos cruzados.
Libertad, justicia, igualdad y pluralismo político es lo que propugna el primer artículo de nuestra Constitución española, que este domingo cumple 42 años.
El pasado 14 de marzo nuestra vida, tal y como la conocíamos hasta ahora, dio un giro de 360 grados. El dichoso virus se coló en nuestra sociedad y nos obligó a permanecer en nuestros hogares más tiempo del que quisimos.
Lo que está ocurriendo en nuestras costas, al lado de nuestras casas, es un drama humanitario y recalco el término humanitario porque hay muchos que tratan de deshumanizar esta compleja crisis contando números cuando nos referimos a personas.
Lejos de caer en eslóganes populistas como el del aún presidente de EEUU, Donald Trump, que repitió hasta la saciedad aquello de ‘America First’, aprovecho estas líneas para poner nuevamente en el centro de toda política a las personas, porque sin duda alguna, han sido y son lo primero que hemos tenido siempre en cuenta a la hora de elaborar los presupuestos para La Gomera.
"En aras de garantizar la seguridad sanitaria, hemos diseñado un texto pionero en nuestro país, ya que somos la primera comunidad autónoma que promueve esta iniciativa que garantiza que todo viajero que llegue a las Islas"
Este jueves abríamos la sesión plenaria para cumplir con un objetivo primordial que, sin duda, contribuirá a que Canarias inicie la senda de la recuperación económica y social: aprobar el Plan Reactiva.
Nuestros abuelos siempre nos han recordado que sin salud no hay nada y conforme vamos cumpliendo años entendemos la importancia que estriba en esta afirmación tan recurrente entre nuestros mayores.
Caminar hacia Puntallana, escuchar el sonido del Atlántico como late en su costa, el susurro del viento y el son de las chácaras y el tambor, mientras veneramos a la patrona.
Ante este escenario nada halagüeño, resulta vital aprobar estas cuentas para definir la hoja de ruta que tendrá que seguir Canarias hacia su recuperación económica y social durante el próximo año.
Dar un paso más. Es lo que le pedimos al Gobierno central para lograr que las entidades locales puedan disponer de sus ahorros. Esta semana escuchábamos a la ministra Montero anunciar que su equipo se encuentra inmerso en un nuevo decreto que suspenderá la regla de gasto de 2020 para que las entidades locales puedan utilizar el superávit de 2018 y 2019.
"La situación de entonces, con una España sumida en la posguerra y graves problemas económicos, hacía que muchos hogares de las islas vieran en esta travesía el único camino para lograr un porvenir"
"Ni Colón se pudo imaginar que cinco siglos después de su hito, la Covid-19 frenaría las comunicaciones entre continentes, aparcaría el auge del turismo y pondría en jaque a la economía mundial"
"Y en esta senda, si hay un motor capaz de poner en marcha todo este complejo engranaje que conforma el tejido productivo es el de las pymes y autónomos"
Sabemos que las consecuencias en el turismo han sido duras, que la recuperación será lenta, pero también somos conscientes de que nuestra riqueza paisajística, cultural y patrimonial son los mejores aliados.
Ahora es el momento de aunar criterios, abordar la realidad y afianzar la capacidad de respuesta de las administraciones locales. Somos la primera puerta a la que el ciudadano toca y tenemos el deber de seguir dándoles respuesta.
Queremos seguir dando respuesta a nuestros ciudadanos pero necesitamos recursos, porque la merma en la capacidad de recaudación vinculada al REF dibuja un horizonte complicado.
Esta semana hemos vivido un hecho histórico. La Unión Europea ha tomado una decisión sin precedentes: suscribir una deuda solidaria de la que responderán todos los gobiernos, para distribuir recursos de forma proporcional a las necesidades de los países miembros.
Hay gente a quien le molesta que a La Gomera le vaya bien. Gente a la que le fastidia que seamos un ejemplo de convivencia, de armonía, de isla para vivir. Desgraciadamente, hay personas para las que el éxito ajeno no es un ejemplo que sirva de estímulo, sino un ácido que disuelve la inteligencia.
Me da tristeza ver cómo la imagen de la política en los medios de comunicación parece a veces una historia de lucha por el poder. ¡Qué mal ejemplo estamos dando!
Cuando una familia está desesperada porque no puede llegar a fin de mes, cuando tiene problemas graves de subsistencia, donde primero va a llamar es a las puertas de su ayuntamiento.
Nuestra manera de vivir sigue basada en la armonía con la naturaleza, en la defensa de los valores medioambientales y en la desconfianza ante la idea de que todo tiene que ser sacrificado ante el becerro de oro del crecimiento.