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martes, 24 de diciembre de 2024 00:00h.
NO SOBRAN LAS PALABRAS.-Óscar Mendoza
Óscar Mendoza es licenciado en filología francesa, profesor de secundaria y, como suele decir él, gomero antes que nada.
NO SOBRAN LAS PALABRAS.-Óscar Mendoza

Óscar Mendoza es licenciado en filología francesa, profesor de secundaria y, como suele decir él, gomero antes que nada.

Opinión
OSCAR MENDOZA

¡Yo acuso!

“Yo acuso a cierto personaje de ser el promotor de toda esta mentira y de ser indigno de los maestros silbadores gomeros que le enseñaron a silbar. Se ha convertido en paladín de la TRAICIÓN más rastrera, ninguneando a Isidro Ortiz, Lino Rodríguez (ya muerto) y a Eugenio Darias. Isidro, hombre bueno y de valores, ha vertido lágrimas por ver el expolio que se ha cometido. ¿Esto no le provoca desazón? ¿No le impide dormir? A mí me afectaría. Pero ya se sabe donde tiene cada cual su nivel ético: unos a la altura de su conciencia, otros a la altura de su ego”
Opinión
OSCAR MENDOZA

El cabezo de los perros

“No me cuesta mucho echar la vista atrás, cerrar los ojos, escuchar los recuerdos de mi amigo Ramón Rodríguez y todo parece fluir como una vida pasada, alejada de mí por la distancia y los olvidos de la edad, por los vaivenes de mi existencia que me llevaron a muchos sitios diferentes, por esa maleta que arrastramos en la que hemos doblado, sin querer o queriendo, las prendas de nuestro pasado, ésas que nos visten en la fiesta de la vida.”
Opinión
OSCAR MENDOZA

El Quijote de Agulo

“Siempre fue él, a pesar de todo y de todos, a pesar de los consejos o quizás gracias a lo que vivió o dejó de vivir. Y creo que hizo bien, que no se traicionó nunca, que derramaba su presencia con ese caminar suave y pausado por las calles de nuestro pueblo, sabedor de que no era perfecto pero que, a cambio, no dejaba indiferente a nadie.”
Opinión
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Benedicto Primero de Agulo

“Tengo recuerdos de él. Me esfuerzo un poco, voy hacia atrás, muy hacia atrás, y lo veo y lo escucho. Lo percibo como si todavía estuviese aquí, entre nosotros, o tal vez pedirle que bajara de las estrellas, donde canta suave a los ángeles, para deleitarnos una vez más con su voz, entre risas y abrazos, haciéndole ver lo mucho que lo queríamos.”
Opinión
OSCAR OPINION NUEVA HIJO

Fugaces

“Vas a urgencias pensando en que te mandarán medicinas y reposo. Y esa rueda del destino de la que les hablaba antes gira, se tuerce, cambia de dirección en un movimiento brusco, inesperado, dejándote sentado y abatido, esperando una operación urgente en el frío pasillo de un hospital.”
Opinión
OSCAR MENDOZA OPINIÓN

El mejor pediatra del mundo

“Pero hay más. Mucho más. Nos da un número de Whatsapp y un correo electrónico para cualquier tipo de duda o consulta que tengamos en el futuro y que no dudemos en hacer uso de ellos. Reflexiono un segundo y pienso que he tenido mucha suerte, que es el hombre adecuado, que es, a buen seguro, hermano de su hermana, que está todo el día pendiente de su trabajo y que hay gente que ayuda a los demás sin pensar en sus horas de descanso.”
Opinión
OSCAR MENDOZA OPINIÓN

El pueblo más bonito de España

“Vuelvo hacia atrás. Llega la noche y pienso en todo lo que fue y ya no es, en todo lo que estuvo y ya no está, en todo eso que nos ayudó a ser nosotros mismos.
Todo ello no cuenta para elegir el pueblo más bonito de España pero sí que cuenta para la gente que lo pobló no hace mucho, ésos que supimos de su belleza antes que nadie, ésos que nos peleábamos y nos abrazábamos al día siguiente, ésos que, ya mayores, no olvidamos el terruño. Seguro que le hubiesen dado ese título a Agulo mucho antes si nos hubiesen escuchado.”

Opinión
OSCAR MENDOZA OPINIÓN

El tercer brazo

“Es algo que intento aplicar en mi vida diaria, activando el silencio del artilugio para activar el ruido de la vida, apagando el rectángulo para escuchar atentamente la voz de un amigo, de mi hijo, de alguien importante, ese tono articulado por unas cuerdas vocales y que nunca podrá ser reproducido por un teléfono móvil.”
Opinión
OSCAR MENDOZA OPINIÓN

Algo para recordar

“Llegamos al punto de partida. Son las ocho y media y es hora de empezar. Cerramos el coche, abrimos nuestras almas y nos adentramos en esa bajada ya conocida, explorada por él hace mucho y por mí hace sólo un mes, ese camino lleno de piedras que pisamos con cuidado y con placer. A diferencia de la última vez, no hace viento, el solo es suave y pronto nos desprendemos de capas de ropa para hacer más fácil la caminata.”