Invertir en educación nunca es un gasto estéril, sino una apuesta segura por el desarrollo colectivo. Es la piedra angular de cualquier estrategia gubernamental orientada al bienestar social.
No se trata sólo de cuántas personas caben en Canarias, sino de cuántas pueden hacerlo con la mejor calidad de vida, de acuerdo con las circunstancias de cada una de las islas.
Este modelo de apoyo al sector empresarial es un reflejo de lo que debe ser una estrategia más amplia para Canarias. El desarrollo económico del Archipiélago no puede depender únicamente del turismo, sino que debe apostar por un tejido productivo fortalecido.
El trabajo que tenemos por delante en materia turística no solo reside en poner límites, que es la base del gran reto, sino también en abordar de una forma integral la calidad en los alojamientos y servicios turísticos; la profesionalización del personal y la mejora de las condiciones sociolaborales de los miles de canarios que trabajan en este sector.
Si una buena novela literaria tuviera tantos capítulos como los que han sumado las reivindicaciones de las Islas Verdes para mejorar su conectividad marítima y aérea, el autor de dicha obra aún no podría escribir su último capítulo.
"La pobreza y la exclusión son problemas estructurales y, como tales, requieren soluciones estructurales. Es fácil decirlo, pero no así lograrlo. Sin embargo, no hay otra vía".
"Lo digo con claridad: estoy profundamente decepcionado por los continuos fracasos de la solidaridad voluntaria y por la ausencia de lo que llamo la Política con mayúsculas".
Entiendo el rechazo que puede generar la clase política cuando en vez de remar en una única dirección, hay quienes se empeñan en el descrédito, el conflicto y parecen desentenderse de la búsqueda de soluciones.
Los antídotos mágicos no existen, pero una planificación certera y coordinada da sus frutos en La Gomera o en cualquier otro rincón de Canarias. Se trata de poner sentido común.
Considero que la apuesta del Gobierno de España de otorgar una ´financiación singular` a Cataluña no es una buena noticia para el resto de los territorios. Y tampoco creo que duplicar los recursos del Fondo de Solidaridad sea la solución. No es cuánto se reparte sino cómo se reparte.
Espero y deseo, de todo corazón, que no tengamos incendios que destruyan nuestros montes, arrasen la convivencia y conviertan en cenizas la confianza de todos los canarios. Porque en todo caso, los montes, con el tiempo, se recuperan, pero la confianza traicionada no.
"La administración pública de Canarias tutela hoy a casi seis mil niños llegados de África. Es una cifra que desborda con mucho la capacidad de acogida de cualquier comunidad autónoma".
Más importante que los resultados de unos o de otros, que las crisis de unos partidos o discusiones de liderazgos, es la pregunta de si la nueva distribución de fuerzas europeas va a significar algo para nuestras islas o vamos a seguir sintiendo que estamos solos a la hora de afrontar el drama humanitario de la migración.
Si alguien me pregunta cuál es el mayor deber de un Gobierno de Canarias, tengo claro mi respuesta: “hablar menos que todos los demás y hacer más que todos los demás”.
Nunca ha tenido Canarias más trabajadores en activo y la ocupación de nuestro sector turístico bate nuevos récords. Y a pesar de todo ello seguimos arrastrando preocupantes indicadores sociales y disfunciones en el sector público. Si en los momentos en que todo va bien a nosotros nos sigue yendo mal, ¿qué podemos esperar cuando vengan las vacas flacas?
Creo que todos los partidos son corresponsables en el deterioro de la convivencia política y que en algún momento del pasado, por unos o por otros, se han tenido comportamientos insultantes o frentistas que han contribuido al deterioro de la imagen de nuestra propia democracia.
Hay una frase popular que define a quién va a lo loco por la vida, de forma improvisada y compulsiva. Se suele decir que esa persona o proyecto va “como un pollo sin cabeza”.
La noticia del largo puente de la Semana Santa es que, a pesar de la tormenta que azotó Canarias en los primeros días, los establecimientos turísticos de las islas registraron una alta ocupación que, en algunos casos, fue total.
El llamado “reloj del apocalipsis” o “del juicio final” es un famoso reloj simbólico que se puso en marcha en 1947 por un grupo de la Universidad de Chicago colocándolo a solo unos minutos de la medianoche, en la que se representaba la destrucción total de la humanidad. Si aún está funcionando, seguro que en estos últimos tiempos el minutero ha dado un nuevo salto acercándose a las doce.
Estos próximos años tendremos la oportunidad, si queremos hacerlo, de proponer y suscribir un gran pacto de todos los representantes de los canarios para modernizar nuestras administraciones y mejorar la productividad y la eficiencia del sector público.
"Cuando se pasa revista a la ejecución de las obras de residencias para mayores, La Gomera ha hecho la tarea. Lo hemos hecho porque teníamos el firme propósito de cumplir con nuestros mayores"
El dato se repite. Y aunque no es nuevo, nunca deja de ser noticia. Las autoridades de la Unión Europea nos han advertido de que la renta per cápita del Archipiélago podría caer hasta el 65% de la media europea, lo que equivale a un retroceso que nos llevaría al equivalente de los años setenta del siglo pasado.
Aplicando el sentido común todos deberíamos entender que no se le puede pedir a una empresa que por un lado disminuya sus ventas, su facturación y sus beneficios y por el otro le suba el salario a sus trabajadores. Pero la misma fórmula funciona al revés: si aumenta la facturación y aumentan los beneficios no se puede aceptar que no suban los sueldos de los trabajadores.